Page 62 - Donde termina el arco iris
P. 62
CECELIA AHERN Donde termina el Arco Iris
Capítulo 13
De: Alex
Para: Rosie
Asunto: ¿Visita a Boston?
Me he escaqueado de hacer «lobotomías» durante un rato para mandarte un
breve e-mail y preguntarte cómo te va la búsqueda de trabajo. Aún te queda una
semana antes de que Randy Andy te expulse de su imperio de clips, así que dispones
de un montón de tiempo, y si por casualidad para entonces aún no has encontrado
nada que te atraiga, puedo enviarte un cheque para que te mantengas a fl ote una
temporada (sólo si tú quieres).
Me encantaría irme a casa ahora mismo y acostarme, estoy agotado. He hecho
dos guardias seguidas para no tener que mancharme las manos de sangre mañana.
Tendré el día libre, ¡qué bendición! El problema es que cuando yo llegue a casa Sally
se estará preparando para irse a trabajar. No puede decirse que nuestros horarios nos
permitan hacer mucha vida social, a no ser que cuente el hablar con personas que
van de un lado a otro en camilla desesperadas de dolor. Perdona, eso no ha tenido
gracia.
Es que estoy muy cansado, y la verdad es que Sally y yo no pasamos juntos
mucho tiempo que digamos, y cuando coincidimos, solemos estar tan cansados que
nos quedamos fritos.
Tengo una idea. Si vinieras con Katie y Comosellame me tomaría unos días de
vacaciones y haríamos excursiones, saldríamos a cenar, lo pasaríamos bien y yo
podría dormir. Y por fin conocería a Comosellame. Las últimas semanas han sido de
pena. ¡Necesito urgentemente una dosis de tu buen humor! Usa tu magia, Rosie
Dunne, y hazme reír.
De: Rosie
Para: Alex
Asunto: ¡Rosie está aquí!
Hola, Don Amargado. ¡No temas, Rosie está aquí! Siento que las cosas no te
hayan ido bien últimamente. Me parece que a la vida le gusta hacer eso de vez en
cuando: te va apretando y cuando crees que no vas a poder más te vuelve a soltar.
Pero mientras llega ese momento, querido amigo, intentaré levantarte el ánimo
explicándote cómo me va a mí la vida.
Bien, ante todo debes saber que ejerces una muy mala influencia sobre mí.
Después de leer la obra maestra en que convertiste mi CV, y después de leer tu carta,
me sentí tan motivada y segura de mí misma que me puse un chándal, una cinta para
el pelo, muñequeras y zapatillas de deporte (no es verdad) y recorrí la ciudad de
Dublín como una mujer en plena misión.
Eres un hombre horrible. Me hiciste creer que podía hacer cualquier cosa, que
podía comerme el mundo (no vuelvas a hacérmelo nunca más), así que entregué mi
CV en todos y cada uno de los hoteles en los que alguna vez había querido trabajar
- 62 -