Page 255 - La iglesia
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EPÍLOGO
Algo sobrevuela el mundo a toda velocidad. Invisible, etéreo, informe.
Todo poder, todo maldad.
Siente llamadas aquí y allá. Muchos requieren su presencia aunque no le
conocen. Unos estudiantes juegan a la ouija sin saber a lo que juegan. Alguno
de ellos podría ser un buen anfitrión, una buena cáscara que manejar a su
antojo; un vehículo para esparcir desgracia, tristeza y miedo, que es lo que le
alimenta de verdad.
Otros hacen rituales absurdos, inventados, e invocan a fuerzas del más
allá. ¿De verdad queréis que vaya? A mil kilómetros de distancia, unos
drogadictos abren su mente de par en par, invitándole a entrar. Son muchas
las llamadas que recibe, y la última vez que acudió a una estuvo prisionero
durante siglos.
¿Pero qué son unos pocos siglos para algo que existe desde siempre?
Tiene para elegir, y esta vez elegirá bien.
Paciencia.
Cuando eres eterno, te acostumbras a tener paciencia.
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