Page 26 - Relatos y ocurrencias de un pueblo, ALTAGRACIA.
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Relatos y ocurrencias de un pueblo, ALTAGRACIA. | F. V. R.





                  De cuando Celestino Agreda (Tino el de Choca) fue a prestar servicio
                                           militar obligatorio a la nación


                  E
                           n épocas pasadas, época de barbarie, cuando la “recluta” aún era práctica usual en

                           aquella  Venezuela,  Celestino  Agreda  (Tino  el  de  Choca),  todo  un  personaje

                           popular en nuestra Altagracia, fue reclutado y posteriormente recluido en uno de
                           esos cuarteles de la geografía patria.


                         Era  costumbre  de  quienes  iban  a  prestar  servicio  militar  a  la  nación,  después  de

                  haber transcurrido cierto tiempo de su vida a cumplir tal misión, enviar a sus familiares más
                  cercanos  o  con  quien  se  mantuviese  cierto  vínculo  de  afecto,  fotos  o  alguno  que  otro

                  documento que certificara esos largos días de ausencia del pueblo y de la familia. Es así
                  como  nuestro  “Tino  Choca”  envía  a  un  familiar muy  cercano  a  él,  una  foto  tipo  postal,

                  mostrando  su  imagen  de  cuerpo  entero,  dando,  además,  con  su  mano  derecha  un

                  circunspecto  saludo  a la Bandera Nacional; en  dicha foto  tenía la particularidad  de  estar
                  majestuosamente acompañado a su lado izquierdo por la siempre impresionante figura de

                  nuestro Libertador Simón Bolívar.


                         El señor Jacinto Gómez, hombre de gran aprecio en la población de Altagracia y
                  padre de Tino Choca, llega un buen día de visita al hogar al cual Tino había enviado la foto

                  en cuestión, y es ahí donde don Jacinto, tal vez sorprendido por la majestuosidad de aquella
                  foto postal, lanza los siguientes versos repentistas:


                                               “Nunca jamás imaginó Bolívar
                                            Cuando el laurel en su frente le ceñía,
                                             Tener un corazón como el de Sucre
                                            Y a un hijo de Jacinto en compañía.”












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