Page 23 - Relatos y ocurrencias de un pueblo, ALTAGRACIA.
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Relatos y ocurrencias de un pueblo, ALTAGRACIA. | F. V. R.





                   De cuando Tico Villarroel fue presidente del Concejo Municipal del
                                      municipio Francisco Esteban Gómez…


                  U
                             nión  Republicana  Democrática  (URD)  llegó  a  ser,  en  una  época,  la  segunda

                             fuerza  política  después  del  partido  del  pueblo,  Acción  Democrática  (AD),  a
                             nivel nacional y muy singularmente en el estado Nueva Esparta. Se disputaban

                  estos  dos  partidos  políticos  el  liderazgo  en  los  once  municipios  que  conforman  a  esta

                  entidad federal. Era una verdadera batalla electoral.

                         Tico Villarroel, cuyo carisma de hombre de pueblo hizo que el liderazgo regional

                  del doctor Raimundo Verde Rojas y el profesor Julio Villarroel lo asomaran como segundo
                  en la lista de los nominados para ir al Concejo Municipal; y, efectivamente, Tico, el hijo de

                  Petra Romero y Chapito Villarroel, ambos hijos y habitantes de la población de Altagracia,

                  pueblo también conocido en la región insular como Los Hatos, fue electo como concejal
                  suplente del también aspirante urredista, señor Pragedes Acosta, quien sí era un verdadero

                  líder entre los moradores de la población pesquera de Guayacán.


                         Bien,  lo  cierto  es  que  Tico  llega  al  Concejo  Municipal  del  Municipio  Francisco
                  Esteban  Gómez,  recinto  en  el  cual,  después  de  pactos  y  componendas  políticas  en  esa

                  cámara edilicia, llegó a ser electo presidente, cargo que ejercería durante el lapso estipulado
                  por la ley (con derecho a reelección).


                         Tico, en su campaña electoral había ofrecido, ente otras promesas, pavimentación de

                  carreteras adyacentes a los pueblos que conforman al Municipio, médico residente para el
                  pueblo de Altagracia, canchas deportivas y mucho más.


                         Una  tarde  de  pueblo,  coincidieron  en  una  mesa  del  bar  “Los  hermanos”,  Tacho

                  Salazar, Augusto Marín, Pablo el de Agapito, y otros, quienes, entre cervecitas y palitos de
                  aguardiente, acordaron tomarle el pelo a Luis Rojas, mejor conocido como “Luis Duarte”,

                  quien era un ferviente admirador de Tico Villarroel  y,  por ende,  un urredista furibundo.

                  Después de interrogar a Luis, aquel trío de amigos, ya con varias cervecitas entre pecho y
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