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Relatos y ocurrencias de un pueblo, ALTAGRACIA. | F. V. R.

Yo quisiera envolverte en mi atarraya,
Y hacerte prisionera de mi amor,
Construir un bohío junto a una playa,
Poniendo por testigo la arena y el sol.

Seguidamente, Víctor Gómez entonó el siguiente polo:

Quisiera ser la sombra de la noche,
Para dejarte dormir sola y tranquila,
Y despertarte cuando venga la aurora,
Y darte un beso de amor en tus pupilas.

Y Efraín cantó su polo impregnado de margariteñidad:

“Quisiera ser la tripa del pescao’
Quisiera ser la agalla de la lisa,
Quisiera esguañangarme la camisa,
Quisiera ser un Guaiquerísalao’…”

Finalmente, Tico Villarroel lanzó el suyo lleno de poesía:

“Yo quisiera ser agua, y que en mis olas,
Que en mis olas vinieras a bañarte,
Para poder, como lo sueño a solas,
A un mismo tiempo por doquier besarte”

Todo es alegría y reina un entusiasmo contagioso, además, ya hacía rato que se

había incorporado a la parranda, con su bajo, Ronald Ramos, el de Matáo.

-¡Ah parranda pa’buena!, sentenció Lenchito, el popular Pan de pasa; ¡ah

cumpleaños pa’ bueno el del señor Nemesio Rodríguez!, ya son 90 o más los que cumple

hoy, afirmaba Lenchito, ya medio jumo.

La parranda ya estaba a punto de terminar porque había llegado el rumor de que

venía la autoridad civil del pueblo personalmente a parar esa música, ya que, según, y que

había una Ordenanza Municipal que prohibía ese tipo de espectáculo público, además, ya
iban a ser las 7 de la noche y esa parranda había comenzado poco antes de las 2 de la tarde.

-¡Carajo!, ¿y se van a ir sin cantarle un galerón al cumpleañero?, gritó Churrique, el

de Inesita, porque ya había avistado a Joseíto Agreda, “El Vengador”, entre el público

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