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Día 4, jueves 7 de octubre de 1753





                    Luego de que supiéramos que la verdadera razón de este viaje de la búsqueda del tesoro era

                    para buscar a los tripulantes de la embarcación perdida del amante de Brisa, León, muchos


                    de los tripulantes mostraron un desacuerdo con Elicia y Brisa. Dijeron que este viaje era una

                    pérdida de tiempo y de insensatez, que por eso mismo las mujeres no deberían estar en la


                    marina, y que fue culpa suya que muchos camaradas muriesen.





                    Pero Elicia se volvió contra ellos con el rostro sereno, diciendo: “Es cierto que hacer este viaje

                    ha sido una gran temeridad por parte mía, y también es cierto el hecho de que muchos de


                    nuestros  compañeros  hayan  muerto  en  el  accidente  de  ayer.  Sé  que  nuestro  deber  como

                    parte del cuerpo de la marina es defender y preservar la seguridad de nuestra nación. Pero...


                    ¿Acaso  habéis  olvidado  cuál  fue  el  objetivo  por  el  cual  nos  unimos?  ¡Vinimos  aquí  para

                    proteger  a  nuestra  gente!  ¡¿Cómo  podéis  olvidar  a  vuestros  compañeros  quienes  lucharon

                    codo a codo con vosotros para defender ese propósito?!”






                    La almirante Elicia verdaderamente es una persona increíble e impresionante.





                    Día 5, viernes 31 de octubre de 1753





                    Después  de  todo  lo  pasado,  llegamos  a  la  isla  de  Milos.  Brisa  y  su  amante  León  se

                    reencontraron. Los miembros restantes del Arcano junto a León fueron rescatados y llevados


                    sanos y salvos de vuelta a Londres.





                    En cuanto a Simón y a mí, volvimos de nuevo a la relación de cuando éramos pequeños, antes

                    de  la  muerte  de  su  madre.  Por  fin,  supimos  resolver  el  malentendido  que  surgió  entre


                    nosotros. Estoy muy agradecido por ello, no quería perder un amigo tan bueno como él.





                    Según lo que parece, esta travesía sirvió para mucho. Por una parte, hizo que se volviesen a

                    encontrar Brisa y León. Y por otra, permitió demostrar que las mujeres pueden ser iguales a

                    los hombres, que tienen la capacidad de defender a la nación, y que son realmente valientes y


                    admirables como la almirante Elicia.





                    Finalmente, me dio una oportunidad a mí y a Simón de recuperar nuestra amistad. Así que

                    valió la pena esta búsqueda del tesoro al final de todo.
















































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