Page 243 - La introduccion de la Segunda Venida de Cristo a Su Iglesia.indb
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La Tercera eTapa   237

               hermano Branham! Tenemos el privilegio de estar aquí con usted”. [Espacio en blanco en la
               cinta –Ed.]
                   146  “Oh (dije), no piense eso, hermano Wood. Esto (dije) no es una–no es la montaña santa.
               No es el lugar santo. Es el Dios santo. No un hombre santo, sino un Dios santo”. [Espacio en
               blanco en la cinta –Ed.]
                   147  Y mientras estábamos hablando, algo se movió en mí. [El hermano Branham golpea el
               púlpito dos veces –Ed.] Dijo: “Voy a mostrar Mi poder ahora”. Antes de que yo supiera lo que
               estaba hablando, esa Escritura vino a mi mente: “Todo lo que digas, cree que se cumplirá, en
               tu corazón. Dilo, y tendrás lo que dices”. Yo… casi puedo… me estaba inundando. Y pensé:
               “¿Qué está pasando?”.
                   148  Lyle y Banks sentados allí. Estábamos pescando. El pequeño pez muerto había estado
               tirado unos veinte minutos, todo enroscado allí, flotando en el lugar; sus pequeñas entrañas
               colgando de su boca. Y yo miré ese pequeño pez, y el pensamiento vino a mí: “Él dijo a los
               pescadores: ‘Lanza al otro lado del barco’. Ellos tomaron Su Palabra. Pedro dijo: ‘Señor,
               hemos pescado toda la noche, y no tomamos nada. Sin embargo, por Tu Palabra, echaremos la
               red’”. Ahí está: “¡Por la Palabra!”.
                   149  Algo me dijo: “Dios conoce los peces. Sólo habla la Palabra y mira lo que pasa con ese
               pez”.
                   150  Dije: “Pececito, en el Nombre de Jesucristo, vuelve a la vida”.
                   151  Y Dios, mi Juez solemne, con esos dos hombres parados allí, ese pececito giró sobre
               su lado y nadó lejos de allí tan fuerte como podía ir, vivo otra vez. “¡Habla la Palabra!”. Dios
               Todopoderoso, como estoy aquí ante Él, en la presencia de esta compañía y esta Biblia, sabe
               que eso es la verdad.
                   152  Cuando hay gente que está muriendo, y sin embargo Dios mostró Su poder a aquellos
               testigos de Jehová, que Él es la resurrección y la vida, y no hay nada más que lo que Él sabe.
               “Si dices, y crees que lo que dices se cumple, tendrás lo que dices”.
                   153  ¿Qué fue? Dios mostrando Su poder; no yo, sólo una vid… o una rama. Él energizó
               la rama para que yo no pudiera impedirme pronunciar esas voces. ¿Qué pensaría yo de un
               pececito muerto allí, tirado, cuando incluso los teníamos cortados y puestos como señuelo en
               la línea de pescar? Ese pececito colgado allí, tirado, muerto.
                   154  El Sr. Wood y ellos sentados aquí mismo, mirándome ahora, testigos de eso. Y el Espíritu
               de Dios barrió a través de ese valle, hasta que uno pensaba que el Rapto estaba llegando.
               Incluso, hasta que el Sr. Wood gritó y dijo: “¡Oh, es bueno estar aquí!”. Dijo: “¡Hermano
               Branham, estamos tan contentos de estar aquí!”. La única expresión que pudieron dar fue que
               yo era su hermano. Y me volví rápidamente… Porque ellos vieron que Dios me había usado
               para hablar a vida a un pez.
                   155  Y, ahora, eso parece una locura, pero ese es el mismo Dios que habló a vida esa zarigüeya
               muerta que yacía allá en el patio. [El hermano Branham golpeó el púlpito seis veces –Ed.] Él
               es el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Él es la Vida, la Resurrección. Él es el Poder, el
               Eterno. El mismo ayer, hoy y siempre.
                   156  Eso me hace saber esto, que algún día, cuando la vida se haya ido de este cuerpo mortal,
               y yo yazca allá, todavía, si Él está interesado en un pez, seguramente está interesado en mí y en
               ti, que estás tratando de servirle. Y algún día glorioso Él vendrá. No el sarmiento, sino la Vid
               misma hablará desde su sede en la gloria, y los que duermen en Cristo se levantarán e irán a la
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