Page 303 - La introduccion de la Segunda Venida de Cristo a Su Iglesia.indb
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La Tercera eTapa 297
como las personas que sí tienen el Espíritu Santo; pero si eso no es algo genuino en su corazón,
nunca traerá esa Palabra a vida. Pero si es la cosa genuina allí adentro: “Cielos y tierra pasarán,
pero esa Palabra no puede fallar”.
151 “Estas señales seguirán a los que creen; si ellos ponen sus manos sobre los enfermos,
sanarán”. Y uno ve a otros recuperándose. Él no dijo que se recuperarían en ese mismo
momento. Él dijo: “Ellos sanarán si creen”.
LOS UNGIDOS DEL TIEMPO FINAL
25 de julio de 1965 [65-0725M]
Jeffersonville, Indiana, Estados Unidos
Rev. William Marrion Branham
[Párr. 262 incluido en Citas, pág. 154, párr. 1376]
262 Noten, en el mismo día cuando este mensajero… no cuando él primero comience, sino
cuando empiece a declarar su Mensaje. ¿Ven? La Primera Etapa: sanidad; Segunda Etapa:
profecía; Tercera Etapa: ¡la apertura de la Palabra, los misterios revelados! Nada, no hay un
orden más alto para revelar la Palabra, sino por los profetas. Pero la única manera en que el
profeta puede ser vindicado es por la Palabra. Y recuerden, la Tercera Etapa fue la apertura de
esos Siete Sellos para revelar la Verdad escondida que ha sido sellada en la Palabra. ¿Lo ven?
¿CUÁL ES LA ATRACCIÓN EN EL MONTE?
25 de julio de 1965 [65-0725E]
Jeffersonville, Indiana, Estados Unidos
Rev. William Marrion Branham
[Párr. 27 incluido en Citas, pág. 154, párr. 1379]
[Párrs. 132-133 incluidos en Citas, pág. 155, párr. 1384]
27 Así que tengo mi mente fija en este Mensaje. Eso es esa Tercera Etapa, y eso es a lo único
que tengo que ser leal y reverente.
(…) 129 Yo dije: “Hubo una explosión semejante a un terremoto que sacudió casi todo lo que
había en el país. Yo no veo cómo un hombre podría sobrevivir a eso”. Yo estaba atemorizado.
Yo estuve parado en Phoenix, todos ustedes escuchándome en esta noche son testigos. Yo
prediqué el mensaje Señores, ¿Qué Hora Es? “¿En dónde estamos?”. Yo me fui al oeste.
Muchos de ustedes aquí tienen la cinta, muchos de ustedes que están aquí, escucharon que eso
se dijo un año o más antes de que sucediera.
130 Yo me fui al oeste, pensando qué iba a suceder. Un día recibí un llamado del Señor.
Yo le dije a mi esposa, le dije: “Querida, quizás mi trabajo haya terminado”. Yo no sabía. Yo
dije: “Bueno, probablemente Dios ha terminado conmigo ahora y yo estaré yéndome a Casa.
Tú júntate con Billy, llévate a los niños; de alguna manera Dios te preparará el camino. Sigue
adelante y vive fiel a Dios. Asegúrate de que los niños terminen sus estudios, críalos en el
temor de Dios”.
Ella dijo: “Billy, tú no–tú no sabes que eso es la verdad”.
Yo dije: “No. Pero un hombre no podría sobrevivir a eso”.
131 Y una madrugada el Señor me despertó, y dijo: “Sube allá al Cañón Sabino”. Y yo me
llevé un papelito y mi Biblia.
Mi esposa dijo: “¿A dónde vas?”.