Page 301 - La introduccion de la Segunda Venida de Cristo a Su Iglesia.indb
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La Tercera eTapa   295

                   132  Ella había ido al médico. Y la Sra. Norman tuvo que ayudarla, y la enfermera, en la
               habitación, a ponerse la bata, a salir para [el examen] sobre la mesa. Y subieron las máquinas,
               con los diagramas y las radiografías, y las cosas. Él dijo: “¿Cómo se ha sentido, Sra. Branham?”.
               Dijo…
                   133  Y el doctor (abrimos la carta, para ver lo que escribió en ella, a este doctor) dijo: “La
               Sra. Branham es una mujer muy buena, y su esposo es un hombre bueno. Él es un sanador de
               fe, pero no está en desacuerdo con que usted opere. ¡Doctor, debería salir de inmediato!”. Eso
               es, habíamos leído eso, vean: “Ese tumor debe ser movido de inmediato, o la Sra. Branham
               morirá”.
                   134  Y entonces, justo cuando el doctor apareció para levantar la sábana, para tocar su costado,
               algo realmente refrescante la recorrió, y el tumor desapareció. No había ningún tumor. Y el
               doctor… Ella se acostó allí, y él tocó, él dijo: “Sra. Branham, ese tumor estaba en el lado
               izquierdo, ¿no es así?”. Ella dijo: “Sí, señor, ahí estaba”.
                   135  Así que la volvió a poner bajo la máquina de rayos X, fue a buscar sus diagramas y
               volvió a examinarla. Dijo: “Sra. Branham, no puedo explicarlo, pero ese tumor ya no está allí.
               Ese tumor ha desaparecido”.
                   136  Ahora, esa es la verdad, ¡así es! Dios Todopoderoso sabe que es la verdad, estando aquí.
               ¡Vean, tal como se dijo! Y “la mano del doctor”, ella dijo, “no estaba tan lejos” de ella, hasta
               que algo refrescante la recorrió. Apenas podía… Tuvo que ser ayudada por la Sra. Norman y
               por ellos (y la gente de allí puede contarlo), ayudada a subir a la mesa. Y el diagrama y las
               radiografías, y todo allí, del tumor. Y no había ni un solo signo de ello. Y no ha tenido ningún
               síntoma desde entonces. Y eso fue unas dos semanas antes de Navidad.
                   137  ¡Dios sigue siendo fiel a Su Palabra! “Los cielos y la tierra pasarán, pero mis palabras no
               pasarán”. Dios, que puede crear ardillas, que puede quitar tumores, sigue siendo el mismo Dios
               esta noche, porque es Jesucristo, el mismo ayer, hoy y siempre. ¿Creen eso? [La congregación
               dice: “Amén” –Ed.] Padre celestial, que es mi testigo, con esta Biblia sobre mi corazón, sabe
               que palabra por palabra eso es tan cierto como lo sé decir. ¿De qué me serviría decir algo
               incorrecto, amigos? ¿Para qué digo esto? Para que les anime a creer.
                   138  ¡Ahora, ese gran don! He tratado de explicar los otros y decir cómo se hizo. Esto no se
               puede explicar. Solo hay que esperar. No estará en funcionamiento tan perfectamente ahora.
               Esperen hasta que ese Concilio de Iglesias traiga esa persecución, ahí es cuando sucederá. Esa
               es la razón por la que vuelvo entre ustedes, para orar por los enfermos. Yo nunca he sabido de
               una sola cosa que Él me haya dicho en mi vida que no haya sucedido todavía, con excepción de
               esa especie de edificio o carpa en donde habrá un pequeño cuartito allí, y yo tendría que entrar y
               orar por los enfermos. Eso no ha sucedido todavía, que yo sepa. Esa es la única cosa que yo sé.

               LA PALABRA DE DIOS LLAMA A UNA SEPARACIÓN
               TOTAL DE LA INCREDULIDAD
               21 de enero de 1964 [64-0121]
               Phoenix, Arizona, Estados Unidos
               Rev. William Marrion Branham
                   110  Para cerrar. Les decía anoche, cuando vine aquí por primera vez. Esto no es personal. Si
               piensan eso, entonces por favor bajen las cortinas de su corazón. Estoy diciendo esto a la gente
               que cree.
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