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312 La introducción de La Segunda Venida de criSto a Su igLeSia

COMPAÑERISMO
12 de febrero de 1956 [56-0212]
Minneapolis, Minnesota, Estados Unidos
Rev. William Marrion Branham
[Párrs. 11 y 16 incluidos en Citas, pág. 4-B, párrs. 34 y 35]
11 Y yo acabo de comenzar este Año Nuevo con algo nuevo, y el hermano Joseph Boze
estará aquí dentro de algunas noches si ustedes no… ¿Cuántos tienen ese “Heraldo de Fe”?
¿Así se llama: “Heraldo de Fe”, el periódico del hermano Boze? ¿Leyeron la visión? ¿Cuántos
leyeron la visión allí? Eso está bien. Bueno, él estará aquí dentro de algunas noches y yo
hablaré un poco más sobre ello. Una de las cosas más grandes, yo creo que una de las cosas
más sobresalientes que me ha sucedido en mis días de servicio al Señor, fue eso sucediendo.
Los días más grandes quedan por delante. Recuerden eso.
(…) [16] Para esta semana que viene, si el Señor lo permite… Estoy agradecido en primer
lugar por la oportunidad de hablar. No soy un gran orador. Por lo general, mi ministerio de filas
de sanación y así sucesivamente…, y ustedes saben, por la visión, que voy a explicar justo lo
que está por venir, que es excesivamente abundante, pero mientras estoy esperando por eso,
tengo un Mensaje para la Iglesia.
17 Ahora, no… Yo no soy una persona educada y yo… Ustedes disculpen eso, si quieren,
pero yo conozco muy bien al Autor de este Libro, y tengo un Mensaje para la Iglesia.

VIDA ESCONDIDA EN CRISTO
13 de febrero de 1956 [56-0213]
Minneapolis, Minnesota, Estados Unidos
Rev. William Marrion Branham
[Párrs. 10-12 incluidos en Citas, pág. 11, párr. 93]
10 Y tomé la decisión, mientras esperaba que se hicieran las carpas, de hacer esto. Y pensando
en términos de la carpa, y todo este gran gasto…, y ustedes ven en la visión por qué dejé las
campañas; porque yo me endeudé con quince mil dólares en una reunión, y por no rogarle a
la gente por dinero; yo no lo haría. Yo hice una promesa a Dios y yo no lo haría; y yo dejé las
campañas.
Y ahora, mirando hacia atrás, después de haber estado endeudado, estando en deuda ahora
con quince mil dólares en California, estoy tomando prestado cien mil dólares para esta carpa.
Eso quiere decir que yo creo en lo que estoy hablando. ¡Sí señor! Eso es del Señor; eso es del
Señor.
Y la cosa buena de ello, un amigo verdaderamente bueno, hombre rico, pero un siervo del
Señor, dijo: “Hermano Branham, yo se lo facilito a usted sin un centavo de interés. No tiene
que pagar nada más, sino sólo lo real - lo que tomó prestado. Usted no tiene que pagar ningún
interés de ello”. Así que eso fue maravilloso. ¿Ven?
Yo dije: “Gracias, Señor. Yo sé que vamos caminando hacia adelante”.
11 Y ahora, digamos, yo desearía poner esa carpa allí en alguna parte, como por seis semanas,
y aquí mismo en Twin Cities, y tener un avivamiento como de seis semanas con cada iglesia.
Dejando fuera sus barreras ahora, y sus diferencias, y… ¿No sería eso maravilloso de venir
y darse un apretón de manos uno con el otro? Y no sólo tener una oración por una persona;
entonces cuando el enemigo viene otra vez para atacarlos, traerlos de nuevo otra vez; eso es