Page 321 - La introduccion de la Segunda Venida de Cristo a Su Iglesia.indb
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La Visión de La Carpa 315
derecho. Y yo dije: “Muy bien”. Él dijo: “Agarra el señuelo, y tira bien lejos en la profundidad”.
Y lo eché bien lejos en la profundidad. Dijo: “Ahora, cuando lo hagas, deja que tu señuelo se
asiente. Hala despacio primero”. Dijo: “Los peces pequeños seguirán el señuelo”. Eso sí que
es técnica de pesca. Dijo: “Hala despacio”. Y dijo: “Los peces pequeños lo seguirán. Cuando
te piquen los peces (dijo) sólo hala un poco, no fuerte”. Pero dijo: “No le digas a nadie cómo
lo haces”. Dijo: “Mantenlo quieto. No le digas a nadie lo que estás haciendo”. Dijo: “Hala
despacio. Y luego (dijo), cuando sientas el pique, tira del señuelo lo suficiente como para
dispersar a los peces pequeños; eso hará que los peces grandes corran por él. Y luego, cuando
tengas un pique, entonces prepara tu anzuelo para la captura”.
18 Dije: “Entiendo”. Y lo lancé hacia afuera. Y tan pronto como lo hice, todos estos ministros
y la gente corrió alrededor; dijeron: “Alabado sea el Señor. El hermano Branham realmente va
a pescar”. Ellos seguían así. Y yo me sentí muy bien al respecto, porque ellos me decían que
yo era un pescador. Y entonces cuando… yo dije: “Ahora, yo les diré cómo se hace. Esta es la
manera de hacerlo”. Y dije: “La primera, se supone que debes halar despacio. Y luego, cuando
el pececito vaya a seguir (dije), lo pones así”. Y cuando lo hice, sacudí el señuelo, el anzuelo y
todo fuera del agua. Y miré. Atrapé un pez, pero me preguntaba cómo había metido el señuelo
en su boca, porque parecía que sólo la piel del pez se había estirado alrededor del señuelo. Era
un pez tan pequeño. Y justo entonces dije: “¡Oh, vaya, miren!”.
19 Y justo en ese momento ese Alguien que había estado hablando detrás de mí se puso
delante de mí. Era el mismo Ángel de Dios que siempre me ha hablado. Me dijo: “Has hecho
justo lo que te dije que no hicieras, parándote en la plataforma, y tratando de explicarlo, y
contándoselo a la gente; y te dije que te lo guardaras para ti”. Y dijo: “Mira lo que has hecho.
Mira las imitaciones carnales que has conseguido que se levanten”.
(…) Él dijo: “Tú causas imitaciones”. Y entonces empecé a llorar. Y tomé el hilo, y
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estaba tratando de enderezarlo. Y justo entonces Él me miró. Y me pregunté qué iba a hacer Él.
Y Él dijo: “Mantén tu línea recta en esta clase de tiempos”. Yo dije: “Sí”. Así que yo preparé
la línea para lanzar otra vez; y así como fue la otra vez, Él me llevó, y Él me puso de pie en
el aire sobre un auditorio o una carpa grande. ¡Oh, yo nunca había visto tal Carpa!, extendida
muy a lo lejos. Y en ello había una…, parecía como que había hecho un llamamiento al altar;
y cientos de personas, realmente suavemente y dulcemente, estaban llorando, reunidos junto al
altar, recibiendo al Señor Jesús. Y yo dije: “Eso se ve mejor”.
21 Y entonces Él dijo… Había un caballero agradable de habla suave que se paró y dijo:
“Ahora, mientras el hermano Branham descansa un poco, vamos a hacer la línea de oración”.
Dijo: “Ustedes con las tarjetas de oración comenzando en cierto lugar: fórmense a mi derecha”.
Y yo miré hacia allá (sería a mi izquierda de donde estaba parado). Y allí estaba un pequeño
edificio colocado, un pequeño edificio construido de cierta forma.
Y toda la gente estaba, oh, alrededor de la Carpa, y llegaba hasta como una cuadra, o
más, fuera de la Carpa; una gran línea de gente. Y todos estaban de pie alrededor de allí, con
sus tarjetas de oración. Y luego vi una mujer en una camilla de ambulancia, postrada allí,
y un varón detrás de ella estaba parado en muletas. De modo que ellos estaban allí parados
esperando su turno. Una mujer estaba tomando sus nombres y cosas. Y luego estaba una lona
estirada allí para que nadie pudiera llegar alrededor de esa Carpa.
22 Y entonces… Quiero que usted vigile esto y escuche cómo es, para que vea la diferencia.
Entonces oí algo que se arremolinaba. ¡Whoosh!, ¡whoosh!, ¡whoosh!, como siempre lo hace