Page 67 - La introduccion de la Segunda Venida de Cristo a Su Iglesia.indb
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La Segunda Venida de CriSto     61

               Dios! Oh, si pudiera ver esto, aquello y lo otro”. Y ellos se van enseguida, de la misma manera
               que entran. ¿Ven?
                   310  Y ahora ellos piensan: “Bueno, yo no sé… ¿Dónde vas a unirte? Si no vengo a esto, será
               de esta manera. Y seré echado por aquí, y no tendré nada por aquí”. Los hermanos se sientan
               y dicen: “Bueno, ¿qué haría yo si…?”. ¿Ven ahí? Ellos no se quedarán lo suficiente para
               reconocer que es la Palabra que Dios prometió, siendo manifestada. ¿Ven? Y ellos se fueron.
                   311  Pero, no se preocupen, las sombras están cerca, vean, cuando yo regrese al campo.
                   312  ¿Recuerdan, la otra noche, del mensaje que Él me dio allá cuando estaba colocando la
               piedra angular? Exactamente. Dijo: “Haz la obra…”. Dijo: “Cuando salgas de esta visión, lee
               Segunda de Timoteo 4”. Ya saben, está colocado justo ahí en la piedra angular, hace treinta y
               tres años.
                   313  Dijo: “Haz la obra de evangelista, cumple con tu ministerio. Porque vendrá el tiempo en
               que no soportarán la sana doctrina, sino que según sus propias concupiscencias se amontonarán
               maestros, teniendo comezón de oír; y se volverán a las fábulas… de la Verdad a las fábulas”.
               Y si eso no ha sido, ¡palabra por palabra! [Espacio en blanco en la cinta –Ed.].
                   314  Pero recuerden en ese momento, la otra noche, cuando nunca leí el resto. En los treinta
               y tantos años que he predicado en este tabernáculo, ni una sola vez llegué más lejos que eso, y
               no sé por qué.
                   315  A menudo me lo pregunto, hasta que un día vi donde Jesús tomó el rollo y empezó a leer,
               y leyó la mitad de la profecía y se detuvo, y dijo, allí en Capernaum, Él dijo: “Y en este día, esta
               profecía se ha cumplido”. ¿Por qué no leyó el resto? Pertenece a Su Segunda Venida. ¿Ven?
                   316  Y allí había leído eso, sin saberlo. Yo recogí eso, y allí estaba, justo ante mí, en Southern
               Pines, Carolina del Sur. Esa mañana, estando allí, hablando con Joseph Boze, apoyado contra
               el lado de un coche, lo descubrí. [El hermano Branham chasquea el dedo –Ed.] Pablo dijo:
               “Yo… Todos los hombres se han vuelto contra mí. No hay ningún hombre conmigo. Demas
               me ha abandonado, amando este mundo presente. Y yo ahora…”. Miren. “Y el calderero me
               ha hecho mucho daño”.
                   317  Miren lo que debe haber pensado Demas: “He visto a Pablo predicar el Evangelio y
               curar a los enfermos. Y aquí se pone, sufriendo él mismo, llevando un médico con él, Lucas.
               Todo el tiempo va, llevando un médico con él, un hombre predicando la Divinidad. Lo he
               visto castigar a un hombre con ceguera. Dijo: ‘El Señor te reprenda, y quedarás ciego por un
               tiempo’. Y dejó que el calderero lo echara de una reunión. Supongo que perdió su poder de
               castigar a los hombres con ceguera. Lamentablemente perdió su poder de sanidad divina. Dios
               se ha vuelto contra él”.
                   318  No creo que Demas haya salido al mundo, porque Demas era de una… Usted conoce su
               historia. Era de una familia grande y rica. Y él quería ir con el resto de la gente.
                   319  Pero Pablo, pequeño y pobre, Pablo. ¿Qué sucedió? Dios siempre deja que un ministerio
               llegue a ese punto, y luego lo corona.
                   320  Dejó que Jesús llegara a un punto. Miren allí. Cuando Él podía levantar a los muertos,
               cuando Él podía hacer cualquier cosa que Él quería; y dejó que un soldado romano le sacara
               la barba de la cara, y le escupiera en la cara. [El hermano Branham hizo un sonido de escupir
               –Ed.] Lo golpeó en… Puso un trapo alrededor de Su cara, y dijo: “Ahora, Tú sabes, ellos me
               dicen que Tú eres un profeta”. Todos ellos se pararon alrededor con las cañas, y lo golpearon
               en la cabeza. [El hermano Branham hizo un sonido de golpe] Dijo: “Ahora dinos quién te
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