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Para primer nivel de atención, normalmente se enseña a hacer una   salir a otras actividades y distracciones, me pasaba estudiando, entonces
 buena historia clínica, examen físico, llegar al diagnóstico y referir, eso   los exámenes no serían un problema. Además, mis amigos se esforzaron
 es todo; vale decir que eso sucede solamente en un ambiente perfecto, ya   en ayudarme a levantar el ánimo. Se acercaba el viernes, apenas pocos
 que en la realidad los escenarios son distintos. Vuelvo a mi caso: primero   días después del percance y había partido en el campeonato de la facultad,
 mi prima me diagnosticó, dada su presencia en la cancha. Como me co-  cuartos de final. No, no jugué porque además me habían recomendado
 noce, se saltó la anamnesis y omitió el examen físico ante mis gritos. Vale   quince días de reposo y tan solo habían transcurrido seis. Sin embargo,
 recordar que el centro de salud más cercano estaba a diez minutos desde   pensé que podía llegar a jugar la final, en caso de clasificar, dado que para
 el escenario deportivo y el traumatólogo a una hora. Ante el apuro, elegí   ese momento ya no estaría usando el cabestrillo.
 el centro de salud y pedí que un “fregador”   me hiciera la reducción, ya   Ese viernes trajo consigo una mezcla de emociones: primero tristeza,
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 que es conocido en la localidad, para ganar tiempo. Por si algo faltara,   por no poder jugar el partido, pero sí alegría por acompañar al equipo.
 la incompetencia sobre manejo de trauma se hizo evidente en el centro,   Debía rendir dos exámenes, el primero no sucedió, y en el segundo me
 recibiendo palabras como estas ante mi insistencia de que se me realice   fue excelente, lo cual me alegró por completo. Además, por fin me revisó
 la radiografía:
               un especialista quien me ejecutó un “Velpeau”   y me entregó un cabes-
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 “Señor deje de gritarme, dígame su nombre, más despacio que no   trillo apropiado para la lesión. Todo iba muy bien hasta que el doctor
 puedo escribir”.  manifestó que dicho cabestrillo debería usarlo por quince días a partir de
 “Señor ni que le doliera tanto espere ya está viniendo el único doctor   ese momento. Por supuesto no hubo más fútbol en lo posterior, ya que no
 que está ahorita, es que se fue almorzar”.  podría jugar la final, en caso de que sucediere.
                  Desde el punto de vista académico, terminé noveno semestre sin no-
 “Necesito la firma del doctor, de lo contrario, no pueden hacerle la
 radiografía”  vedades mientras que en lo extracurricular  quedamos campeones  del
               torneo interno. Festejé mi cumpleaños junto a mis amigos y fue un buen
 Ya desesperado, le levanté la voz a la dependiente que me decía todo   momento, así que la alegría estaba arriba en todos los campos. Regresé a
 eso. Manifesté: “Usted ya es doctora, ya puede firmar el pedido”. Firmó.   Cevallos y una amiga fisioterapeuta se encargó del proceso de rehabili-
 Para ese momento había aumentado el dolor, tenía el cuerpo frío y con el   tación, y cerca de la familia sería mejor por cualquier cosa. Quería apro-
 mínimo movimiento podía sentir mi hombro completamente lastimado.  vechar al máximo las vacaciones intersemestrales, para volver pronto a

 Aún faltaba lo peor, dado que la referencia al especialista no llegó;   la cancha y retomar la actividad deportiva, ante lo que le exigía que me
 lo que sí recibí, correspondió a varios regaños de mi madre ante lo suce-  ayude a lograr una pronta recuperación. Ella, con mucha paciencia y abso-
 dido. Eso sí, con el hombro en su lugar, pero llamado la atención a más   luta dedicación supo decirme que me olvide del fútbol por, al menos, dos
 no poder. Madre es madre. Y con lo peor me refiero a los días de recupe-  meses más. Me explicó que era importantísimo fortalecer el hombro para
 ración, ya que tampoco estaba en el protocolo de atención primaria cómo   no tener una nueva lesión que derive en quirófano y otras repercusiones.
 proceder desde el momento de salir del lugar y retomar un día normal.     Mentalmente volví al centro de salud donde me atendieron, y recordé
 Y, la cereza en el pastel sería el viaje de regreso a Quito en bus, usando   cómo fue, respecto a lo que vivía en la terapia física. Una nueva reflexión
 un cabestrillo improvisado, pensando cómo proceder con la solitaria vida   surgió y entendí que a los pacientes se les tiene que decir y explicar todo,
 cotidiana. En todo caso, la lesión mostró que el miembro afectado no   satisfacer sus dudas, resolver sus inquietudes, mostrarles el cuadro de la
 fue el dominante, lo cual mejoraba el estado anímico, al menos. Ya en la   manera más clara posible y sus consecuencias al proceder de una manera
 capital, una de las cosas más complicadas fue dormir, puesto que debía   u otra, no importa el nivel de atención por el cual esté transitando dentro
 hacerlo en posición supina, pese a que aliviaba el dolor y no traía consigo   de la preparación. Eso mejorará siempre el nivel de atención.
 otras complicaciones.
                  Llegué a décimo semestre enfocado en la Medicina, en los pacientes,
 Cubiertos los temas de alimentación e higiene, acostumbrándome a la   en hacerlo con excelencia y no solamente por cumplir el un número obli-
 situación, tenía pendiente el tema del estudio. Dada la imposibilidad de   gatorio de citas de atención cronometrada, que es a lo que se obliga en




 1 También conocido como Sobador, aquel quien en la tradición ecuatoriana cura traumatismos y fracturas   2 Tipo de vendaje emergente para inmovilizar el lugar afectado, creado por Alfred Armand Louis Marie Vel-
 usando sus manos; y en ocasiones, componentes naturales adicionales.  peau, por eso su nombre.
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