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lo establecido, desempeñar actividades similares a las de un residente o un segundo el ciclo del internado a un mes de terminarlo. Desde lo emo-
posgradista, cumpliendo más de siete horas en una asistencial, con turnos cional sí me impactó porque, durante esos once meses, compartí muchas
de veinticuatro horas cada cuatro días, además de las horas académicas. anécdotas, dejar de lado a los amigos, los tratantes, residentes, maestros
El reclamo era justo. que habíamos conformado esta familia que lo consiguió todo fue duro
y triste; sin embargo, el deber y obligación es con los pacientes y su
Luego de un mes de negociaciones con el gobierno central se con-
siguió eliminar dicha reforma, lo cual significó una batalla ganada, así bienestar. La nueva casa nos recibió muy bien para cumplir con la recta
como el impulso necesario para desarrollar las actividades dentro del es- final de este período de formación. Se acabó el internado, no volví a mi
cenario tradicional del internado. Y es que, a los internos, en general, se querido hospital, pero espero visitarlos en algún momento.
nos consideraba, y sigue sucediendo, como el último eslabón en la ca- Este año descrito, con todo lo comentado, fue de enorme crecimiento
dena de procesos de un hospital, cuando en realidad son una pieza clave personal y profesional, el mismo que me retó en más de una ocasión al
en la atención hospitalaria. tiempo de que me llevó a hacer cosas que jamás creí que pudiera desa-
rrollarlas. La más grande enseñanza es que me obligó a creer y confiar en
Y eso no fue todo. Cuatro meses después, el gobierno creó un pro-
grama de ajuste económico general, que trajo consigo las respectivas mí misma, y, en consecuencia, a ver la vida de manera diferente. Entendí
protestas, con intervención policial incluida, ante los desmanes presen- que las creencias limitantes son autoimpuestas y que pueden ser rotas o
tados, todos de conocimiento público. Era octubre de 2019, momento en superadas más de una vez para lograr resultados diferentes. Siempre se
podrá ir más allá de lo pensado, porque el miedo es para superarlo. He
el que se instauró el estado de excepción en el territorio nacional. Fue
una semana en la que todos los internos del país, especialmente los de confirmado que las grandes cosas, historias, eventos suceden fuera de la
la capital, atendieron muchos heridos producto de la confrontación; en zona de confort y que la comodidad también es parte de las limitaciones.
algunos casos, la caminata hacia los hospitales duraba más de una hora, Me volví independiente.
para cumplir con el trabajo. A lo que voy es que, con todas las conside- También conocí a grandiosas personas, las cuales vivieron su propio
raciones y adversidades, el interno siempre estuvo ahí al pie del cañón proceso de superación, dentro de las actividades compartidas y las metas
para brindar atención. La formación y la vocación por sobre cualquier conjuntas que alcanzamos. Juntos aprendimos a vivir el presente, dis-
circunstancia. frutar del aquí y el ahora, pensando en un futuro mejor. Siempre estarán
en mi corazón y les agradezco por todo lo que me entregaron, consejos
Parecería que los cuatrimestres marcan ciclos en la vida nacional;
dado que, en febrero de 2020, apareció en territorio nacional el famoso incluidos, para dar valor agregado a la vida, a la profesión.
virus Sars-Cov-2, el mismo que ya había puesto de cabeza a otros países Para los internos que leen estas líneas, así como para quienes estén en
del planeta. Ecuador, al igual que en otras latitudes, no estuvo preparado el rumbo de llegar a este momento, ahora yo les doy un consejo: no ro-
para enfrentar la pandemia, con el personal de salud en el frente de ba- manticen la atención por vocación sin protección, a partir del 2020 hacia
talla ante lo desconocido, sin las óptimas medidas de bioseguridad en el futuro, porque así no ayudamos al sistema de salud. El virus cambió al
ejecución. Lo vivimos en muchos hospitales, en mi caso también, donde mundo y a todos los planes de la humanidad, así como a su acostumbrado
el equipo de protección personal (EPP) tenía que ser costeado por el in- funcionamiento. Trajo además una gran lección sobre humildad, empe-
terno. Yo estaba más que dispuesta a atender a la gente, lo propio los zando por el personal de salud, dejando de manifiesto que todos somos
compañeros en todo el país, pero más allá de la vocación mencionada indispensables en la cotidianidad y en momentos de crisis; es tan valioso
en el párrafo anterior, en este particular caso la atención sin protección el tratante como el residente, los mismo que el interno, el posgradista,
no puede brindarse, dado el alto riesgo de contagio. Para completar, el el personal de limpieza, los guardias y todos quienes conforman un hos-
hospital en el que estuve once meses cumpliendo con el internado se pital, clínica o centro de salud. El Covid-19 nos recuerda que el trabajo
transformó en centro centinela de atención a la emergencia sanitaria, por en equipo es fundamental.
lo que fui reasignada a otro lugar, junto con los otros cinco internos de Como todos, soñé con la ceremonia de imposición de mandil, gradua-
este gran equipo. ción y fiesta; con que mis padres me vieran vestida como médico, fruto
La consecuente pregunta era cómo nos trasladarían, con toque de del esfuerzo de tanto tiempo, propio como de ellos con su respectiva
queda, sin transporte de ningún tipo. La única alternativa era caminar ilusión de vivir un momento así. Pues no, no sucedió ante la coyuntura
por más de una hora de un lugar a otro con todo el peligro que implicaba. presentada, al igual que muchas otras actividades y eventos en los dife-
Al final nos consiguieron un vehículo para llevarnos. Así se rompía en rentes campos de la vida; sin embargo, hoy me queda más que claro, que
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