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PRÓLOGO
                      A LA PRESENTE EDICIÓN ESPAÑOLA



                                   Por CARLOS RODRÍGUEZ BRAUN
                         Catedrático de Historia del Pensamiento Económico
                               Universidad Complutense de Madrid









               Siempre aprendemos de los grandes pensadores,porque aprovechamos tanto
               sus aciertos como sus errores. Es el caso de F.A. Hayek y de este libro que le
               hizo famoso más allá de la estrecha fauna de los economistas profesionales.
                  En su tesis central Camino de servidumbre acertó plenamente en 1944
               y acierta ahora: la tradición liberal cede ante el empuje del socialismo, o el
               intervencionismo de todos los partidos, el verdadero pensamiento único de
               nuestro tiempo, que a izquierdas y derechas predica la conveniencia, nece-
               sidad o urgencia de subordinar la libertad individual, la propiedad privada y
               los contratos voluntarios a consideraciones plausibles de carácter colectivo.
                  También acertó Hayek en su defensa del capitalismo, que ya entonces
               padecía la crítica universal que le atribuye todos los males,políticos y econó-
               micos. Esa crítica anticapitalista no sólo eludía la ponderación objetiva de
               las alternativas socialistas, sino que, cuando las ponderaba, a menudo las
               elogiaba. La falta de libertad y las crisis económicas, por ejemplo, eran atri-
               buidas, como lo son hoy, a la opresión y la viciosa y codiciosa ineficacia del
               capitalismo, sin que se prestara atención ni a la sanguinaria brutalidad del
               comunismo ni al papel que el profundo intervencionismo público en el di-
               nero, las finanzas y los mercados cumplía en un amplio abanico de pertur-
               baciones económicas.
                  Tenía Hayek, pues, razón al refutar la tesis de que el nazismo era una
               consecuencia del capitalismo o una reacción del capitalismo frente a las fuer-
               zas progresistas (cap. XII).Y también la tenía al insistir en que las causas de
               la crisis, el paro, la inflación y la depresión debían ser rastreadas en los siste-
               mas públicos intervencionistas y no en el mercado libre.

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