Page 12 - Biografia

Yo Beto: Una Historia Chévere para contar

NACIMIENTO

Desde que este par de tortolitos se
conocieron, sabían que iban a durar
para toda la vida (ver fotografía), desde
que Jorge conoció a Blanquita (como
le decía), se enloquecieron ambos.
Después de muchos ires y venires en
la relación, un buen día, Jorge le dijo:
“Blanca (como le decía cuando se po-
nía serio) ya tengo 39 años, estoy como
“jechito”, he farriado, viajado y ya es
hora de sentar cabeza; me dedicare a
ti y a mis hijos, quiero que me de la pa-
rejita, por eso este año nos casamos”,
y hasta el día de su muerte lo cumplió.

En la iglesia del barrio Egipto, un 9 de julio de 1949, contrajeron matrimonio y hasta
que mi padre murió en 1983, vivieron felices. Quería hacer este preámbulo para con-
tarles mi historia; también debo mencionar a Emma de Prieto, enfermera de profesión
y partera de la época, fue el ángel que, cuatro años después, ayudo a mi mami durante
todo el complicado embarazo y en especial, durante la noche de ese 4 de febrero de
1953.

Con casi nada de instrumental,
(imagínese que a Emma le toco
reemplazar los forceps que se
utilizan en las salas de parto, por
unas cucharas soperas de pel-
tre), en una casa (ver fotografía),
donde hacia un frió el hijue..., Sin
una sala de atención de partos
apropiada, sin anestesia, ni lam-
paras, Emma se las arreglo. El
trabajo de parto comenzó a las 9
de la noche del 4 de febrero, al
bebe, o sea yo, Emma lo tenia
que acomodar para que naciera,
pero el “chino”, o sea yo, se des-
acomodaba. En serio...! Esta era mi casa en 1953

12