Page 53 - Biografia
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Jorge Humberto Barahona González
MI VIDA LABORAL
Después de mi salida accidentada de la casa paterna (ver capitulo “A los 21 años
me salieron de mi casa”) y ya instalado y con el respaldo de “la negra”, hasta ese
momento, mi amiga especial y traga espectacular, empezó mi vida laboral en forma, es
decir, a camellar se dijo...!
Ella se dedico con su familia y amistades, a conseguirme entrevistas y trabajos que
pudiera desempeñar un universitario que sabia de todo un poquito, pero de came-
llar nada. La negra sabia que yo no sabia hacer nada, aunque tenia algo importante,
voluntad de surgir y actitud positiva. Ahora prepárense para conocer las diferentes ac-
tividades que desarrolle desde los 20 años, hasta cuando me pensione a los 60 años
de edad.
ARTE XX
Era un foto-estudio de los mas prestigiosos en Bogotá, quedaba ubicado en el
edificio Seguros Bolívar, primer piso (Calle 16 # 10 - 18) El administrador y socio
era “Manolo” (hijo de la tía ponina, hermana de mi madre); cuando me presente a la
vacante de trabajos varios, Manuel me dijo en la entrevista, “Ni crea Beto, que por el
hecho de ser primos hermanos, no le voy a exigir, aquí viene a aprender, a trabajar y
a ser bueno en todo lo que le voy a enseñar”, y así fue. Aprendí a ser mensajero, a
elaborar presupuestos para colegios, para elaborarles su “mosaico” de promoción de
bachilleres (que en la época se usaba así); aprendí atención al cliente por teléfono y
presencial en el estudio, aprendí todo lo relacionado con el laboratorio fotográfico (re-
velación, impresión y preparación de los químicos para esta labor).
Los sábados desde muy temprano, me convertía en el asesor de apuestas a los
caballos, en el hipódromo de techo, a Manolo le fascinaba apostar mucho dinero al
concurso de caballos, que se llamaba EL 5 Y 6, y lo bueno era que con mi asesoría (yo
estudiaba mucho una revista especializada, LA META) ganábamos, entonces manolo
me cogió mucha fe en este cuento. Desgraciadamente no me podía pagar mucho suel-
do, entonces me toco buscar nuevos horizontes, y aunque la negra no me exigía mu-
cho dinero, a mi no me gustaba esta situación. Por lo tanto, hable con Manolo, salimos
en buenos términos y yo tome otro rumbo...
Antes de contarles mi otro rumbo, que tal un brandy...? Ahh...! Que ricooo...! Chin-
chin y continuemos... Llegue a....
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