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No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en
los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera
demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores
de maldad.
[Mat 7.21‐23]
El propósito de esta lección (y el de las dos lecciones que siguen) es el de ayudarle a usted a
“examinarse a sí mismo” para que pueda saber si está en la fe o no (si realmente se convirtió al Señor
cuando creyó en Él o no). Un análisis de cerca de la parábola del sembrador nos ayudará a entender
bien este asunto de las conversiones falsas y las verdaderas. Esta lección (sobre las falsas conversiones)
y la siguiente, que se trata de las verdaderas conversiones, son más extensas que las demás. Tome su
tiempo estudiándolas. Si quiere pasar un par de semanas con cada una de estas lecciones sobre las
conversiones, está bien porque lo que va a aprender es sumamente importante. (si es primera ves que
estudia estas lecciones, le invito a comensar con la leccion #1, de la edicion anterior)
LA PARÁBOLA DEL SEMBRADOR
La parábola del sembrador aparece en los tres Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas. Es importante en
este momento que usted lea la parábola del sembrador en su totalidad. Toda la enseñanza de esta
lección y la siguiente (sobre el tema importante de las cinco señales de una verdadera conversión) se
basa en esta parábola.
Por favor, lea los siguientes pasajes antes de seguir con esta lección.
Mateo 13.1‐9 y la interpretación de la parábola en Mateo 13.18‐23
Marcos 4.1‐8 y la interpretación en Marcos 4.14‐20
Lucas 8.4‐15 (que incluye también la interpretación)
Las definiciones de los elementos de la parábola
1. El sembrador es el que “siembra la Palabra”.
Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar. [Mar 4.3]
El sembrador es el que siembra la palabra. [Mar 4.14]
A. El sembrador es el predicador. Es el que sale en busca de los pecadores para sembrar la
semilla del evangelio en sus corazones.
B. Cada cristiano debe ser un sembrador porque todos tenemos el deber de testificar del Señor
Jesucristo y así evangelizar a los inconversos.
2. La semilla es la Palabra de Dios. Sembramos predicando y enseñando la Biblia (o sea, hablando
con otro acerca de la Palabra).
Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios. [Luc 8.11]
3. Los cuatro tipos de tierra son cuatro diferentes tipos de personas que oyen la Palabra de Dios
A. El primer tipo de tierra : La semilla de la Palabra puede caer “junto al camino”.