Page 95 - complot contra la iglesia
P. 95
por varis Padres de la Iglesia, como Ambrosio y Crisóstomo, concluyen
afirmando que:
“Sin embargo, la legislación más hostil provenía de la misma Iglesia, de sus concilios, de
los acuerdos papales y del derecho canónico, cuya severidad creció constantemente desde el
siglo IV hasta el XVI” (49).
Una de las últimas manifestaciones de la literatura judía, que sostiene la
tesis de que la Iglesia ha sido injusta contra los judíos desde que: “los romanos
condenaron a Cristo”, son los libros de Jules Isaac: “Jésus et Israël”, y el
reciente, “L´enseignement du Mépris” enaltecidos por el escritor y político Carlo
Bo (50).
Las presiones constantes de quienes –dentro de la Santa Iglesia- sirven
a los intereses del judaísmo, dirigidas a obtener condenaciones ambiguas del
antisemitismo, no pueden tener otro objeto siniestro que lograr que la Iglesia
acabe condenándose a sí misma, ya que los judíos que se sienten más que
nadie autorizados para definir el antisemitismo, consideran a la Santa Iglesia,
como aquí puede verse, como la responsable principal de un feroz
antisemitismo cristiano.
Capítulo Séptimo
EL PUEBLO DEICIDA
Recordemos que la asociación “Amigos de Israel” –de la que formaban
parte incluso cardenales y obispos- fue disuelta por S.S. Pío XI, por conducto
de la sagrada Congregación del Santo oficio, en el año de 1928. Entre las
novedades escandalosas que dicha asociación divulgó, se encuentra la
afirmación de que el pueblo judío no fue deicida; contradiciendo lo sostenido
por la Santa Iglesia durante casi veinte siglos. Condenada implícitamente por la
Iglesia, esta asociación fue disuelta por el decreto mencionado. Nadie
imaginaba que volvieran a resurgir sus aventuradas y –según algunos- hasta
heréticas tesis hasta que, con gran sorpresa, se comprobó que más de treinta
años después, los judíos las han hecho resucitar, siendo secundados por un
grupo numeroso de clérigos que, desafiando la condenación implícita del Santo
Oficio, aseguran que es completamente falso que Nuestro Señor Jesucristo
haya sido muerto por los judíos, siendo los romanos los verdaderos
responsables del asesinato; debido a lo cual, es injustificado llamar deicida al
pueblo judío.
La audacia de los nuevos amigos de Israel raya en los límites de lo
inconcebible, puesto que se atreven a contradecir no sólo a los apóstoles del
Señor sino al propio Cristo, como se demostrará a continuación con textos del
Nuevo testamento que revelan las siguientes tesis:
1ª Que Cristo acusó a los judíos y no a los romanos de quererlo matar.
2ª Que fueron los judíos y no los romanos quienes planearon matar a
Jesús y quienes intentaron destruirlo en varias ocasiones antes de su Pasión y
Muerte.
3ª Que fueron los judíos y no los romanos los instigadores y verdaderos
responsables del crimen.