Page 264 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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Su doble concepto: identificación y presencia 253
a parar su teología y su sistema del cosmos (1), preparaba ya las
bases metafísicas de esta doctrina de la unión extática. Si el mundo
emana de Dios, de quien son rastros, huellas o manifestaciones las
cosas criadas; si la sustancia o realidad numérica del cosmos no es
más que una, la de Dios; si fuera de ella no existen más que fenóme-
nos que a guisa de accidentes suyos la manifiestan, es obvio que la
intuición de este monismo habrá de ser también el ideal sumo de la
mística: el alma, por una ideal involución, vuelve a identificarse con
Dios, del cual por evolución emanatista procede. Y aí sentirse una con
su principio, afirma sin reservas (2)
"No existe sino Dios. Otra cosa no existe.
No existe más que su esencia y voluntad.
Todo cuanto en el ser existe es Dios.
Todo cuanto en el aparecer existe es criatura."
Las reservas mentales de la prudencia vienen, sin embargo, a difu-
minar pronto los acusados rasgos de este esquema panteísta de la
unión. Abenarabi declara que esencialmente no es análoga a la yuxta-
posición de cuerpo con cuerpo, ni siquiera a la de accidente con acci-
dente, ni aun a la unión de la acción con su efecto o del conocimiento
con el objeto conocido (3). Más que real, la unión es imaginativa: el
místico contempla a su Amado junto a sí con viveza tan plástica, cual
si realmente lo viera con los ojos, y saborea a la vez el placer de su
unión con experiencia más delicada y suave que la corpórea, que le
llena de perenne contento, porque esa presencia imaginativa de su
Amado es continua, y porque tratándose de Dios, puro espíritu, no
cabe aspirar a más alta unión que ésta que se reviste de formas fan-
tásticas (4).
Dos maneras graduales ofrece: unión incipiente y unión consuma-
(1) Cfr. Asín, El místico murciano Abenarabi (Monografías y documen-
tos, IV).
(2) Fotuhat, III, 400, 402.
(3) Tohfa, 14.
(4) Fotuhat, II, 445.