Page 149 - Arquitectos del engaño
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de la masonería internacional." (Del Archivo Especial de Moscú, 1421-1-9064 y 815; Viktor Ostretsov, "La
        masonería, cultura e historia rusa", Moscú, 1.999, p. 585).
               En  1.919,  tras  el  acceso  de  Lenin  al  poder,  estableció  contactos  secretos  con  el  Gran  Oriente  de
        Francia en París. Mientras vivía en París ya había visitado ocasionalmente la logia (Viktor Ostretsov, "La
        masonería, cultura e historia rusa", Moscú, 1.999, p. 584).
               El  por  otro  lado  ingrato  Lenin  mostró  su  agradecimiento,  exclusivamente,  hacia  sus  maestros
        masónicos de París, que le habían ayudado a alcanzar el poder. En 1.919 envió enormes cantidades de dinero
        al Gran Oriente para la renovación de su edificio de París, su propaganda y otras actividades, mientras que
        millones de rusos pasaban hambre y la gente moría por las calles de Petrogrado y Moscú (Oleg Platonov,
        "La corona de espinas de Rusia: La historia del pueblo ruso en el siglo XX", volumen 1, Moscou 1.997, p.
        577).
               En  octubre  de  1.920,  Libre  Parole  publicó  información  sobre  la  reunión  del  Consejo  del  Gran
        Oriente  del  20  de  diciembre  de  1.919,  celebrada  en  la  rue  Cadet.  Oficialmente,  los  líderes  de  la  logia
        deseaban  mantener  un  aspecto  serio  y  mostrar  una  actitud  anti-bolchevique.  La  revista  informó  que  el
        hermano de logia Millet admitía que el Gran Oriente acogía con entusiasmo la toma del poder bolchevique,
        diciendo que gracias a los bolcheviques el Gran Oriente había sido capaz de reconstruir el templo, el edificio
        de la logia de la calle Cadet. El hermano Giuarte subrayó, sin especificar, que el movimiento bolchevique,
        que atravesaba períodos críticos, había hecho un servicio enorme al Gran Oriente.
               El gran maestro portugués, Sebastiao Magalhaes de Limas era igualmente amable hacia la república
        bolchevique de Rusia.
               El hermano Lankin de París admitió que había bolcheviques entre los miembros del Gran Oriente de
        Francia, y que la logia ayudaba a los bolcheviques en sus actividades por todo el mundo.
               Los  representantes  de  la  masonería  internacional  iban  a  menudo  a  visitar  la  Rusia  Soviética  para
        discutir temas de actualidad con Lenin, Trotsky, Bujarin, Petrovsky, Lunacharsky y otros hermanos masones
        (Oleg Platonov, "La corona de espinas de Rusia: La historia secreta de la masonería 1.731-1.996", Moscú,
        1.996 p. 283).
               La masonería internacional seguía con impaciencia la destrucción bolchevique de un país floreciente
        y su cultura nacional. El Gran Oriente ayudó a esparcir mentiras sobre la situación en Rusia antes de que los
        bolcheviques llegaran al poder, afirmando que el país estaba en un estado miserable y que las cosas ahora
        estaban mejorando constantemente en todos los aspectos. No mencionaban que en la Rusia zarista, a toda
        empresa, de más de 100 trabajadores se les ofrecía atención médica gratuita.
               En  1.919,  el  líder  del  Consejo  del  Grand  Orient,  Lang,  declaró  que  el  bolchevismo  significaba
        evolución, en consecuencia que era un fenómeno muy positivo.
               El 5 de julio de 1.843, el líder francmasón Ragon de la logia Le Socialiste de Bruselas presentó un
        esbozo del programa de acción revolucionaria, que fue el origen del posterior Manifiesto Comunista. Le
        Socialiste se apropió de la propuesta y la máxima autoridad masónica belga, El Consejo Supremo de Bélgica
        estuvo de acuerdo unánimemente en aceptar el programa anarquista de Ragon "como correspondía al punto
        de vista masónico de la cuestión social y que el mundo que está unido al Gran Oriente a toda costa debía
        implicarse en su realización" (Boletín du Grand Orient, junio de 1.843).
               El 17 de noviembre de 1.845, Karl Marx se convirtió en miembro de Le socialiste de Bruselas. En
        febrero de 1.848 vio la publicación, ante la insistencia de los líderes masones, de su Manifiesto Comunista.
               Marx y Engels eran ambos francmasones de grado 31º (Vladimir Istrarkhov, "La batalla de los dioses
        rusos", Moscú, 2.000, p. 154).
               El profesor suizo y francmasón Zimmermann, dijo en una convención masónica en Winterhur: "El
        marxismo es el fenómeno más noble del siglo XX".
               Otros  destacados  masones  han  considerado  el  marxismo  "la  filosofía  de  la  masonería,  la  ciencia
        social para las masas".
               En  1.919,  el  Wiener Freimaurer Zeitung  informó  que  "profundamente  emocionados,  los  masones
        saludaban las banderas rojas del proletariado revolucionario". El masón judío Raimund Mautner llamaba al
        marxismo "la masonería encarnada" (Der Zirkel, nº 4, vol. 37, p. 61).
               Por lo tanto, es fácil entender por qué el líder socialista austríaco, masón y asesino político Friedrich
        Adler tenía frecuentes y secretas comunicaciones con el líder masónico Rothschild. En 1.916, Adler había
        sido condenado por el asesinato del Primer Ministro Austriaco Karl von Stürgkh, pero fue liberado después
        de pasar un breve periodo de tiempo en la cárcel.
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