Page 144 - Arquitectos del engaño
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A mediados de 1.911 el diputado del ministro del Interior, el Teniente General Pavel Kurlov, emitió
        un  informe  especial  al  ministro  del  Interior  Piotr  Stolypin,  cuyo  contenido  molestó  profundamente  a  los
        masones rusos. El informe trataba de la conexión de la francmasonería con actividades terroristas contra el
        estado ruso y sus representantes. Parece ser que Stolypin se tomó esta amenaza de los masones contra el
        estado  más  en  serio  y  decidió  imponer  medidas  contra  ellos.  Stolypin  no  sólo  dejó  de  ser  ministro  del
        interior, sino también presidente del Consejo de Ministros, es decir, primer ministro.
               Anteriormente, en 1.910, un agente de policía llamado Boris Alexeyev había sido enviado a París
        para recoger información sobre el Gran Oriente de Francia, desde donde se originaban las acciones contra
        Rusia. Pero Stolypin fue asesinado en la ópera de Kiev el 1 de septiembre de 1.911 en presencia del zar. El
        asesino,  el  agente  masónico  Dmitri  (Mordekai)  Bogrov,  fue  detenido.  La  figura  más  destacada  del  Gran
        Oriente ruso, Alexander Kerensky (en realidad Aaron Kurbis) escapaba hacia el extranjero en ese momento.
        Poco después, llegaba un informe de Alexeyev desde París.
               El  informe  mencionaba  que  "los  líderes  masónicos  habían  llegado  a  la  conclusión  de  que  el
        presidente del Consejo de Ministros... era un individuo que era perjudicial para los intereses de la masonería.
        Esta  decisión,  tomada  por  el  Consejo  Supremo,  cuya  existencia  era  sabida  desde  hacía  varios  meses...
        Resulta que los líderes secretos de la masonería estaban disgustados con la política de Stolypin y habían
        utilizado las conexiones íntimas entre el Gran Oriente de Francia y los comités revolucionarios de Rusia para
        completar el plan, que sólo tenían como un borrador. También se dice que el aspecto puramente técnico del
        delito y ciertos detalles de las circunstancias, hace posible pensar que el asesinato, estaba preparado por los
        masones" (Oleg Platonov, "La corona de espinas de Rusia: La historia secreta de la masonería 1.731-1.996",
        Moscú, 1.996, p. 198-200).
               Leon Trotsky se reunió con Bogrov la mañana del 1 de septiembre de 1.911 en una cafetería de Kiev.
        Los  residentes  de  Kiev  querían  matar  a  todos  los  judíos  de  Kiev  tras  el  asesinato  de  Stolypin  pero  el
        gobierno envió un regimiento de cosacos para evitar un baño de sangre ("La guerra por el derecho común",
        Minsk, 1.999, p. 42).
               El asesino Bogrov fue colgado. Era miembro del Gran Oriente. El terrorista y francmasón Manuil
        Margulies (un secuaz de Alexander Guchkov) era el líder de la trama.
               Los planes de Stolypin contra los masones nunca se hicieron realidad. Después de su asesinato, el
        masón conde Vladimir Kokovtsev (1.853-1.943) se convirtió en primer ministro. Previamente había ocupado
        el cargo de ministro de finanzas. Fue el único ministro zarista que recibió una alta pensión del gobierno
        provisional en la primavera de 1.917, mientras que otros eran encarcelados. Ni los bolcheviques lo tocaron.
        Debería haber prestado un gran servicio a la francmasonería internacional (Viktor Ostretsov, "La masonería,
        cultura e historia rusa", Moscú, 1.999, p. 399).
               El  extremista  judío  Nikolai  Maklakov  se  convirtió  en  el  nuevo  ministro  de  interior,  en  1.912.  Su
        hermano,  el  abogado  Vasili  Maklakov,  era  un  notorio  francmasón.  Los  masones  comenzaron
        inmediatamente  a  infiltrarse  en  el  gobierno  ruso,  que  estaba  condenado  a  morir.  Tras  el  asesinato  de
        Stolypin, la policía ya recibió la información necesaria sobre el daño que habían hecho los masones. Los
        responsables de la información habían sido reemplazados por agentes masónicos, que deliberadamente se
        descuidaban de transmitir la información que recibían a sus superiores.
               A través del diputado ministro del Interior y francmasón, Vladimir Dzhunkovsky, la organización
        internacional de los masones también tenía el control de la policía rusa. Desde el principio, los masones
        apoyaban  las  actividades  de  socavamiento  de  Lenin.  En  1.912,  los  masones  controlaban  todo  el  cuerpo
        diplomático ruso.
               El 18 de febrero de 1.912, el banquero masón Salomon Loeb pronunció un discurso en Filadelfia,
        manifestando la necesidad de crear un fondo que permitiese enviar armas y líderes a Rusia. Estos líderes
        tenían que enseñar a los jóvenes judíos a exterminar a los opresores como si fueran perros. Destacó que
        "obligaremos a Rusia a arrodillarse". Con la ayuda del fondo, se logró todo esto (Philadelphia Press, 19 de
        febrero de 1.912). Como el lector recordará, los masones consideran que todos los no-masones son como
        perros.
               Del  28  de  agosto  al  1  de  septiembre  de  1.911,  la  masonería  internacional  celebró  su  Segundo
        Congreso  Internacional  Socialista  en  el  palacio  de  la  Odd  Fellows  de  Bredgade  en  Copenhague.  Los
        principales organizadores eran el francmasón Walter Rathenau y la logia masónica judía B'nai B'rith. Entre
        los  participantes  estaban  los  conocidos  masones  Karl  Liebknecht,  Rosa  Luxemburgo,  Lenin,  Trotsky,
        Hjalmar  Branting  (Suecia),  Georges  Clemenceau  y  otros  destacados  representantes  de  las  fuerzas
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