Page 143 - Arquitectos del engaño
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control de los masones. La comprensión de una Rusia masónica, el zar la obtuvo principalmente de estos
        señores masónicos de alto rango que eran incapaces de decir la verdad y en realidad lo que querían era
        deponerlo y matarle.
               En 1.905, en San Petersburgo, el secretario del Consejo Supremo Masónico, David Bebutov, entregó
        12.000 rublos al líder de los revolucionarios sociales a cambio del asesinato del Zar Nicholas II. Los planes
        no pudieron ser llevados a cabo. En 1.906 los masones hicieron otro intento de matar al zar con la ayuda de
        los  revolucionarios  sociales.  Incluso  utilizaron  un  submarino  en  el  atentado.  También  hubo  planes  para
        construir  un  avión  para  este  fin  (ibídem,  p.  179).  La  acción  estaba  organizada  por  el  infame  terrorista  y
        francmasón Nikolai Tchaikovsky (revolucionario social), que había diseñado el avión que atacó al zar desde
        el aire. Cuando su secuaz Jevno Azef fue detenido, los planes quedaron en suspenso.
               Cuando el General V. Teplov se hizo miembro de la logia, un "hermano" quiso saber qué pensaba del
        plan de eliminar físicamente al zar. Teplov respondió con franqueza militar: "Si se me ordena hacerlo, le
        mataré." (Sergei Melgunov, "Camino al Golpe del Palacio", París, 1.931, p. 185).
               Durante el otoño de 1.905, los masones intentaron de todo para asumir el poder en Rusia. Entre los
        conjurados  había  dos  miembros  del  Consejo  Nacional,  Alexander  Guchkov  y  Mikhail  Stakhovich  (que
        también ejercía de diplomático), así como otros conocidos masones como Sergei Urusov, un terrateniente
        que había traicionado al zar. Este era quien manejaba los contactos con el Gran Oriente de Francia.
               Urusov era a la vez presidente del Consejo Supremo Masónico de Rusia. Estos hombres querían,
        inmediatamente,  formar  parte  de  un  gobierno  ruso.  También  los  masones  Vladimir  Rozenberg  y  Georgi
        Lvov tomaron parte en este plan. Se trataba de imponer a Rusia el modelo republicano francés.
               Los  sanguinarios  directores  masónicos,  incluyendo  a  Alexander  Parvus  y  Leon  Trotsky,  habían
        comenzado una ola de terror devastador en 1.905. Los crímenes "revolucionarios" cometidos en 1.905-06
        eran grandes avances, según los masones. Los masones continuaron asesinando a sus enemigos en Rusia.
        Entre  1.906  y  1.908,  el  movimiento  revolucionario  controlado  por  masones  realizó  26.268  intentos  de
        asesinato - 6.091 rusos resultaron muertos y más de 6.000 heridos (Vladimir Krasny, "Hijos del diablo",
        Moscú, 1.999, p. 181).
               En diciembre de 1.905, Boris Nikolsky, catedrático de derecho y miembro del Consejo Nacional,
        pronunció  un  discurso  ante  la  Asamblea  de  Rusia  y  del  zar.  Nikolski  habló  de  las  actividades  de  la
        comunidad judía y los masones en Rusia, tachándolas de actividades subversivas. Al zar no le gustó nada
        este discurso así que prohibió su publicación. Nicolás II quiso ganarse a los elementos de la izquierda, que
        sin embargo todavía le odiaban.
               La masonería aparecía como una organización criminal en los informes de la policía secreta. Esto era
        verdad, ya que las logias transgredían constantemente las leyes rusas. El zar tenía acceso a estos informes.
               El zar disolvió el Parlamento dos veces - en julio de 1.906 y en junio de 1.907. En esta etapa la Duma
        había transgredido la ley otra vez. El diputado masón y abogado Yevgeni Kedrin recibió un aviso del Gran
        Oriente de Francia el 7 de septiembre de 1.906, que proclamaba que los rusos estaban sufriendo la tiranía del
        zar y que el Gran Oriente de Francia proporcionaría a los opositores del régimen los medios para poder
        derrotar este despotismo, todo ello según documentos encontrados en el Archivo Especial de los Sindicatos
        Soviéticos, que se hizo público debido al debilitamiento del régimen comunista en 1.989.
               Después de varios intentos de revolución en 1.905 y en 1.906, el Gran Oriente abrió nuevas logias en
        Rusia: El Anillo de Hierro en Nizhni Nóvgorod (Kilvein era el gran maestro), Kiev (Steingel era el gran
        maestro)  y  en  otras  ciudades.  El  conde  Alexei  Orlov-Davydov  financiaba  estas  nuevas  logias  (Oleg
        Platonov, "La Corona de espinas de Rusia: La historia secreta de la masonería 1.731-1996", Moscú, 1.996, p.
        172).
               En 1.906, el Gran Oriente incitaba a sus miembros a servir a los más altos intereses del socialismo
        internacional. El Gran Oriente prometió todo el apoyo imaginable para actividades anti-gubernamentales en
        Rusia. Pero se tomó la decisión de que este apoyo se debía mantener en secreto (ibídem, p. 178).
               Laferre, uno de los líderes de la masonería mundial, dijo en una conferencia masónica internacional
        en 1908, que los masones estaban preparados para financiar una conspiración contra Rusia. Especificó: "El
        Consejo de la Orden hará todos los sacrificios necesarios para alcanzar el verdadero progreso de esta nación,
        que aún no se ha librado de la oscuridad y donde el triunfo de la masonería está a punto de desarrollarse."
        (Kolokol , 9 de noviembre de 1.908)
               Cuando Nicholas II fue de visita oficial a Suecia, en 1.909, fue víctima de un intento de asesinato.
        Pero el anarquista que había sido contratado, atacó a la persona equivocada, y terminó matando a un coronel
        sueco con uniforme de Gala.
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