Page 174 - Arquitectos del engaño
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Ya en 1.936, el ex primer ministro británico y Gran Maestro masón David Lloyd George (en realidad
David Levi-Lowit), al volver de Alemania, había gritado: "¡Heil Hitler!" En su opinión, Hitler era un gran
hombre, y los alemanes eran el pueblo más feliz.
El 4 de octubre de 1.938, Winston Churchill dijo lo mismo. La madre de Churchill Jennie era judía
americana, su nombre de soltera era Jerome. La madre de Jennie, Clara Hall tenía una cuarta parte de
iroquesa (Jerusalem Post, 18 de enero de 1.993). El padre de Winston, Randolph murió a consecuencia de la
sífilis a los 47 años de edad.
En 1.956, Churchill dijo al Presidente Eisenhower: "Soy, por supuesto, Sionista y lo he sido desde la
Declaración de Balfour." (Herbert Mitgang, "El Churchill oficial en un volumen", The New York Times, 6 de
noviembre de 1.991)
La Enciclopedia Popular Bonnier ("Konversationslexikon", Estocolmo, 1.926, vol. 8, p. 634) dice lo
siguiente sobre el nacionalsocialismo: "Un movimiento dirigido a la intervención de la sociedad para el
beneficio de las clases más pobres y la ampliación del control estatal de la economía social, enfatizando
fuertemente la solidaridad nacional entre las clases. N. por lo tanto presenta un agudo contraste con el
socialismo internacional basado en la lucha de clases. N. está representado principalmente en Alemania,
donde Hitler en 1.920 fundó un Partido Nacional Socialista, que cooperaba con la derecha. La
Nationalsozialer Verein, que estuvo activa en 1.896-1.909, es considerada como su predecesora."
La misma enciclopedia llama a Hitler un trabajador social demócrata, que se distinguió en la Guerra
Mundial (vol. 5, p. 779). La Nationalsozialer Verein originalmente representaba al socialismo cristiano.
"Sidney Warburg", junto con los representantes de James Warburg y varios directivos de las
compañías petroleras americanas, fue a Berlín, donde en el Hotel Adlon, se reunieron con Hitler, Gregor
Strasser, Hermann Goring, "von Heydt" (Thyssen) y un abogado alemán. Los estadounidenses expresaron la
voluntad de que Alemania ya no debiera ser obligada a pagar a Francia por los daños de la guerra. Alemania
ya había pagado cerca de 10 millones de dólares en daños y perjuicios sólo en Estados Unidos.
En octubre de 1.931, Hitler envió una carta a los banqueros masónicos internacionales, que condujo a
una nueva reunión en la Guaranty Trust Company. Algunas de las entidades financieras (Montagu Norman,
Royal Dutch Shell y Gleaner) consideraron que Hitler no sería capaz de actuar. Por otra parte, Rockefeller,
J.H. Carter y McBean creían que sus inversiones con Hitler eran acertadas. Todos estuvieron de acuerdo
sobre continuar apoyando a Hitler.
"Sidney Warburg" fue otra vez a Alemania, donde conoció al banquero von Heydt (Thyssen), quien
le explicó que las tropas de las SS necesitaban ametralladoras de buena calidad, revólveres y fusiles.
Warburg se volvió a encontrar con Hitler, quien le habló de sus planes para alcanzar el poder. Tenía
dos opciones: una revolución o un golpe de estado, que tardaría tres meses con un coste de 500 millones de
marcos. También tenía otro plan, que implicaba una toma de poder legal. Esto se esperaba que tardara tres
años y costaría unos 200 millones de marcos. Hitler sugirió que lo decidieran los mismos banqueros, qué
plan querían utilizar.