Page 184 - Arquitectos del engaño
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El profesor Hoggan afirma: "La responsabilidad definitiva del estallido de la guerra polaco-alemana
recae en Polonia e Inglaterra, y la responsabilidad de la guerra que se extendió por toda Europa radica
principalmente en Inglaterra."
Hoggan obtuvo el doctorado de historia en la Universidad de Harvard en 1.948 y diferentes cargos
importantes en el profesorado académico.
En vez de ayudar a Alemania, Gran Bretaña le declaró la guerra a las 11 a m del 3 de septiembre.
Francia al principio se resistió pero seis horas más tarde hacía lo mismo. Estas eran las naciones que habían
prometido "ayudar" a Polonia, en caso de que Alemania se atreviera a defender a las etnias alemanas de
Polonia. Polonia continuó con su terror contra todos los alemanes incluso después de la guerra. Después del
1 de septiembre de 1.939, ni Francia ni Inglaterra estaban interesados en Polonia. Durante varios días se
negaron a recibir al agregado militar polaco, que pedía ayuda militar. Los aliados no tenían tiempo para
Polonia.
No fue hasta el 9 de septiembre que oficiales militares británicos acordaron reunirse con una
delegación polaca en Londres. Sin embargo, el responsable del Estado Mayor Británico, William Edmund
Ironside, fue incapaz de prometer ningún envío de armas a Polonia. Sencillamente no había ningún plan para
ayudar a Polonia. Se alegó que Gran Bretaña ya había bombardeado Alemania y que a Rumania habían
llegado 44 aviones para los polacos. Esto fue una mentira descarada de un "aliado" (Mikhail Meltiukhov,
"La oportunidad perdida de Stalin", Moscú, 2.000, p. 102). Todo lo que Inglaterra había hecho había sido
bombardear las ciudades alemanas de Wilhelmshaven y Cuxhaven el 5 de septiembre.
El Consejo Mundial Judío declaró la guerra a Alemania el 5 de septiembre de 1.939. Los nazis
consideraron esta acción como una base legal para encarcelar a todos los judíos aparentemente hostiles. Ya
en junio de 1.934 el judío Emil Ludvig había manifestado: "Hitler no quiere la guerra, pero se verá obligado
a entrar". (Les Annales)
Cuando Hitler atacó Polonia el 1 de septiembre, Alemania no tenía en total más de 2.980 tanques.
Según el historiador David Irving, Hitler era un estratega excelente, mucho mejor que sus generales ("La
guerra de Hitler", Londres, 1.977). Fue él quien planeó la operación blitzkrieg (relámpago) contra Francia,
que se inició el 10 de mayo de 1.940.
Después de dos semanas de combates en Polonia, los tanques alemanes iban escasos de combustible,
y los bombarderos de bombas. Si la Unión Soviética no hubiera atacado el 17 de septiembre con la intención
de destruir Polonia, Alemania habría sido derrotada (Viktor Suvorov, "Suicide", Moscú, 2.000, p. 314).
El historiador militar Basil Henry Liddell Hart hace referencia al intercambio de telegramas que tuvo
lugar entre los Ministerios de Asuntos Exteriores ingleses y alemanes en 1.939-1.940. El teniente coronel J.
Creagh Scott habló del mismo intercambio el 11 de agosto de 1.947 en el Chelsea Town Hall de Londres
(Tomorrow del 6 de noviembre de 1.947).
Creagh Scott relataba: "Durante todo el período de la guerra de telegramas, 1.939-1.940, tuvieron
lugar varias negociaciones entre los ministerios de asuntos exteriores alemanes y británicos, en las que los
británicos sugerían cancelar la guerra si se aceptaba restaurar el patrón oro en Alemania y la reintroducción
de las tasas de interés".
J. Creagh Scott desvela a las insidiosas fuerzas masónicas que gobernaban entre bastidores ("El
gobierno oculto", Londres, 1.954). En todo el mundo, la gente fue incapaz de entender por qué no había
ninguna lucha en el frente occidental en 1.939-1.940. El público no sabía nada de las negociaciones.
El banquero judío Montagu Norman, portavoz de los financieros ingleses, no tenía ningún interés en
el destino de Polonia o de otras naciones pequeñas, sólo si Alemania volvía al patrón oro. La respuesta de
Alemania fue negativa. En aquellos momentos Montagu Norman era el jefe del Banco de Inglaterra, que
estaba controlado por los Rothschilds.
Winston Churchill dijo a Norman que en Alemania se restablecería el patrón oro. Esta fue la razón
que había detrás de la destrucción de Alemania y del asesinato de 55 millones de personas durante la
Segunda Guerra Mundial.
Montagu Norman y Hjalmar Schacht se reunieron en secreto en octubre de 1.935 en Badenweiler, la
Selva Negra, para concertar préstamos para Hitler. Norman era en efecto el chico de los encargos de los
Rothschilds. (Eustace Mullins, "El orden en el mundo: Nuestros gobernantes secretos", Staunton, 1.992).
La Segunda Guerra Mundial la iniciaron las élites financieras para poder controlar la economía,
dividir el mundo entre comunistas y capitalistas y facilitar la introducción definitiva de un gobierno mundial.
La Unión Soviética aceptó los planes. Christian Rakovsky, el emisario soviético en París y el enlace
entre la élite soviética y las altas finanzas, al ser interrogado por el funcionario de la GPU Gabriel Kuzmin