Page 79 - Arquitectos del engaño
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Esta práctica de ayudarse mutuamente a priori es frecuente dentro de la administración central de la
Unión Europea, donde varios altos cargos del Ministerio son masones (Brian Freemantle, "The Octopus",
Londres, 1.995). Los masones del Grand Orient dentro de la Comisión de la UE y el Parlamento Europeo
han cooperado sobre todo con grupos mafiosos. Esto ha sido confirmado por parlamentarios de la UE como
Leoluca Orlando, John Tomlinson, Terry Wynn y Peter Price.
Logias masónicas francesas e italianas totalmente criminales tienen una gran influencia sobre la
Comisión de la UE en Bruselas y el Parlamento Europeo de Estrasburgo. Esto fue admitido por el portavoz
de la Gran Logia de la Gran Bretaña, John Hamill. El Gran Oriente Belga también está involucrado
penalmente. Sus hermanos masones están en las altas esferas de la Comisión de la UE, donde son capaces de
influir en las decisiones tomadas por este órgano ejecutivo no elegido. La Gran Logia de Francia tiene
miembros muy influyentes en la Comisión y el Parlamento. El Gran Oriente de Francia de hecho se
considera la más activa y más potente de toda Europa. Dentro de las instituciones europeas centrales los
masones causan estragos sin ningún obstáculo. Según John Hamill todos son socialistas y tienen conexiones
con la mafia. Todas las propuestas para hacer un registro de todos los masones en el Parlamento de la UE
han sido bloqueadas (ibid).
Según el periodista lituano-americano Valdas Anelauskas, la CIA ha financiado incluso hasta los
años 60 a las organizaciones europeas que trabajan para crear unos Estados Unidos de Europa. La
organización de inteligencia CIA está controlada por la francmasonería norteamericana.
El destacado historiador francés Bernard Fay después de minuciosos estudios llegó a la conclusión de
que las sociedades secretas de los francmasones habían planeado la Revolución Americana de 1.776, así
como la revolución francesa de 1.789 ("La revolución y la masonería", París, 1.935). Hizo hincapié en que
una conspiración similar ya estaba en marcha en la Europa del siglo XX. Durante la Segunda Guerra
Mundial, Fay publicó muchos datos importantes que había descubierto. En 1.943, ayudó a producir una
reveladora película, "The Occult Forces" ("Las fuerzas ocultas"), la historia de un joven francés que se
infiltra en la hermandad para investigar su papel en el inicio de la guerra. La película muestra cómo el poder
masónico sobre varios países había crecido gradualmente. Al mismo tiempo se revelan muchos secretos
ocultos que los masones habían mantenido escondidos. A día de hoy la exhibición pública de la película está
prohibida.
Bernat Fay fue nombrado jefe de la Bibliotheque Nationale de París, donde inició valiosas
investigaciones sobre sociedades secretas en los archivos franceses y reveló los nombres de 17.000
conspiradores. El gobierno de Vichy inmediatamente deportó a 520 masones peligrosos y ejecutó a 117
extremadamente peligrosos.
Después de la guerra los masones tuvieron su venganza. En 1.953 Bernat Fay fue condenado por un
tribunal masónico (conocido como tribunal de crímenes de guerra) a cadena perpetua. Después de cumplir
siete años, sin embargo, fue perdonado por el Presidente Charles de Gaulle en 1.960.
Francia fue donde la masonería fue más ávidamente utilizada políticamente. Luis XV pronto se dio
cuenta de que los masones constituían una amenaza para la sociedad, y en 1.738 fueron prohibidas las
actividades de las logias. El 21 de octubre de 1.738, el rey de Suecia, Federico I, declaró ilegal la masonería.
No había reuniones masónicas, las revueltas eran castigadas con la muerte. Poco antes la masonería también
había sido prohibida en España.
Sin embargo, las malas intenciones de los otros se olvidan rápidamente. De la década de 1.740 en
adelante los panfletos masónicos franceses bastante legalmente empezaron a propagar una revolución y una
República Democrática. Las personas debían ser iguales y vivir en fraternal libertad, que es el tipo de
"libertad" que las logias masónicas permitían.
Al final del siglo XVIII la francmasonería derivó hacia una dirección política. La fuerza impulsora
detrás de esto eran los Illuminati.
Mientras que las Logias británicas aún actuaban exteriormente como clubes de caballeros sólo con
tres grados y normas estrictas contra las discusiones políticas o religiosas durante las reuniones, en Francia
aparecieron logias que debido a su secretismo actuaban como lugares de encuentro seguros para intrigas
políticas diversas. Estas logias secretas de repente tomaron un nuevo rumbo y comenzaron a propagar la
abolición de todas las religiones, de un gobierno civil, de la propiedad privada y la creación de una
ciudadanía de un mundo utópico (cosmopolitismo). Las logias cosmopolitas Chevaliers Bienfaisants,
Philalethes, y Amis Reuneis, dirigidas por el duque de Chartres, eran conocidos como "logias mejoradas".
Había 266 logias de éstas en 1.784 (John Robison, "Pruebas de una conspiración", Belmont 1.967, p. 28). La