Page 196 - La importancia de las plantas medicinales
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Contribuciones de la biodiversidad
             al bienestar humano y la autonomía


                                      consumiera  por  fuera  de  la  vivienda  comidas  consideradas  “dañinas  para  el
                                      ombligo”; también lavaban su ropa “cuidándole” el ombligo a su hijo. Una vez
                                      caía  el  ombligo  le  aplicaban  al  bebé  un  parche  con  brea  de  caraño,  brea
                                      amarilla, romero y alhucema, y cortaban el cordón umbilical con un machete

                                      caliente,  de  esta  manera  evitando  una  entidad  conocida  como  “mal  del
                                      ombligo”. Algunas parteras para la curación del ombligo utilizan la “tusa” del
                                      maíz quemada y aplicada  sobre el muñón umbilical. Los afrocolombianos del
                                      Pacífico  consideran  que  si  las  curaciones  del  corte  del  ombligo  en  el  recién

                                      nacido no han sido realizadas adecuadamente, el bebé tendrá llanto continuo,
                                      fiebre, ataques y enflaquecimiento notorio. Para cerrar el ombligo se aplica un
                                      parche de canime tibio en la parte afectada y se entierra el segmento restante
                                      del  cordón  umbilical  debajo  de  un  nacedero,  guayabo,  guamo  u  otros  con
                                      propiedades astringentes (Velásquez 1957).

                                         Durante los primeros días de vida es aún costumbre en Nuquí la

                                      “ombligada”, práctica que consiste en aplicar cuando cae el ombligo de los
                                      bebés, sustancias que le transfieren cualidades atribuidas a los objetos de
                                      donde provienen; para los niños generalmente se emplean elementos que les
                                      proveen de fuerza y en algunas mujeres “para que no se cansen al moler”.

                                      Cuando el piso es de troncos de palma o madera, se raspa y se cierne un poco
                                      de éste, para luego utilizar el polvo resultante para “ombligar” los niños,
                                      buscando que fueran en el futuro buenos constructores de casas. Se
                                      acostumbra “ombligar” los niños con cola de anguila ahumada para que nadie

                                      les logre pegar en peleas, o con jagua para evitar que en el futuro les hagan
                                      brujería cuando adultos; se  refiere además el uso del corazón de chupaflor o
                                      colibrí para hacer más atractivos los hombres. También se emplean algunos
                                      animales que por medio de la “ombligada”, transmiten la habilidad de curar
                                      con la saliva su picadura o mordedura, entre éstos se menciona el gusano
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