Page 67 - Relats curts memòria històrica definitiu
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Futbolista para sobrevivir
Francisco estaba en un campo de concentración en Santoña. Fue detenido
mientras volvía a casa después de participar en la batalla del Ebro (que
fueron derrotados), por ser un soldado republicano en la Guerra civil
española. Él se encontraba en un pelotón de trabajadores y cada día
pasaban una hora andando en medio de la nada para ir a hacer unas
obras en medio de un prado. Las diez horas de jornada eran muy duras y
consumían todas sus energías.
Francisco era muy bueno jugando a fútbol y entre los prisioneros se hacían
partidillos donde los guardias apostaban. Tuvo la suerte de que los
guardias apostaban por él. A cambio le alimentaban bien y no le hacían
hacer trabajos forzados.
Hubo una época que Francisco se puso malo, tenía problemas de
respiración, vomitaba continuamente y no podía andar pero igualmente
los guardias lo tenían que llevar a la obra para que las personas de alto
rango no se dieran cuenta de que lo mimaban más que a los otros, así que
lo llevaban con una camilla atada en un burro de carga. Un día que iban
hacia la obra se cruzó en medio del camino un conejo, que hizo que el
burro se alarmara y se tambaleara haciendo que ambos, el burro y
Francisco, cayeran en una fosa común llena de muertos que había al lado
del camino. Francisco se dio por muerto ya que pensaba que no lo
recogerían y que lo dejarían morir en esa fosa común. Estaba estirado
encima de unos 50 muertos. Al cabo de media hora oyó unas voces
conocidas; los guardias habían obligado a hacer bajar a el pelotón de
trabajadores donde trabajaba para rescatarlo.
Al final con mucho esfuerzo lo pudieron sacar y todo quedó en un gran
susto.
Daniela Ros, 4A