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Grupo de investigación Oralidades, Narrativas Audiovisuales y Cultura Popular en el Caribe Colombiano
y
Grupo de investigación Oralidades, Narrativas
en el Caribe Colombiano
Audiovisuales
Cultura Popular
cultural y en tanto sujeto cultural no con más, pero son espacios de cons- el campesino que hace agricultura,
puede ser un instrumento del autó- trucción y propiedad colectiva, que o el campesino que hace ganadería,
mata productivo mundial. Un cam- no es una propiedad necesariamente o el ganadero que también utiliza
pesino no necesariamente se define legalizada desde el punto de vista los recursos para su ganado en épo-
por la necesidad de la tierra y sus re- de ley. Algunas sí, otras no, pero lo ca seca, y como también se van con-
laciones productivas. Un campesi- importante es la posesión y lo que ciliando estrategias comunes para la
no también tiene otras perspectivas la gente hace en cada uno de esos restauración y conservación.
y otras proyecciones como sujeto espacios que va mucho más allá del
cultural; puede ser cantante, pintor, productivo. Ha sido un proceso muy lento por-
fotógrafo, chófer, ebanista, etc. Un que falta mucho tiempo y ha faltado
campesino se puede dedicar a múl- Y una tercera escala, que era el tema voluntad también del mismo Estado
tiples y distintas cosas más allá de de la restitución al dominio público para aplicar esa normatividad y ese
la agricultura. Lo que pasa es que de los humedales. Es un tema que nuevo enfoque. Pero para nosotros
ha habido una instrumentalización nos pone en el debate, que tenemos es supremamente importante verla
del campesino a partir de la produc- que conservar esa biodiversidad y desde ese punto de vista. Entonces,
ción, y como tal el tema de la tierra de qué manera la estamos usando desde allí las respuestas han ido
ha surgido como el elemento central y la vamos a usar. En ese sentido, mucho más allá del paramilitaris-
para la definición de la situación logramos a través de una tutela que mo, porque nosotros entendimos
del desarrollo en las comunidades llegó a la Corte Constitucional, fue de hace mucho rato, que los para-
campesinas. Lo que nosotros hemos revisada por la Corte y la Corte emi- militares no son una causa, por así
debatido es que eso no es realmente tió una sentencia, que es la Senten- decirlo; nosotros tenemos una ma-
así; que un campesino no necesa- cia T-194 de 1999, que por fin defi- nera muy peculiar de decirlo, los
riamente necesita tierra para poder ne los conflictos que existían entre del problema no son los caracorta-
trabajar en su desarrollo. Entonces, el Decreto Ley 2811 de 1978, cono- da, son los del cuchillo y esos casi
desde esa perspectiva, empezamos a cido como el Código Nacional de nunca se ven. Los paramilitares son
diseñar sistemas de vida que pudie- Recursos Naturales, la Ley 99 del una herramienta, son un instrumen-
ran adaptarse a los espacios familia- 1993, la Ley de Reforma Agraria de to de los grupos de poder que inten-
res. Hay familias que tienen 400 m , los años sesenta. El decreto ley, por tan dominar el territorio. No es que
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que tienen 10, 15, 20 hectáreas. Em- ejemplo, 2811, definía lo humedades sean nuestros amigos o enemigos
pezamos a definir todas esas gamas como bienes de uso público, pero la los paramilitares, no se trata de eso.
y cómo a partir de esos espacios, de ley agraria los definía como baldíos Se trata de que simple y sencilla-
lo que cada uno tenía, empezamos reservados de la nación sujeto a ti- mente los ubicamos en el rol corres-
a desarrollar una propuesta no pro- tulación. La Corte Constitucional pondiente. No eran ellos el proble-
ductiva, sino una propuesta estética lo que hizo fue decir: no señor, no ma para nosotros. El problema eran
que pudiera ayudar al campesino a son baldíos reservados de la nación los grupos de poder que los creaban
generar arraigo, a generar un proce- sujetos a titulación, los humedales y usaban, para poder ejercer domi-
so de restauración y conservación son bienes de uso público y como nio sobre el territorio. De tal mane-
de la biodiversidad a partir de los tal son intransferibles, imprescrip- ra que fuimos diseñando una estra-
esfuerzos familiares en sus propios tibles e inalienables. Eso que logró tegia, no para contar ni pelear con
espacios de vida. Y luego trabaja- Asprocig ha permitido a nivel na- los paramilitares, ni responder a su
mos una escala diferente que era la cional ver a las humedades de una actuación, sino más bien una pro-
construcción de un sujeto cultural manera totalmente distinta. Enton- puesta para poder contrarrestar los
colectivo, que se hace en los espa- ces, desde esa perspectiva, Aspro- grupos de poder que querían hacer
cios comunes. Digamos, esos sis- cig empezó a trabajar en cómo esos uso de nuestro territorio por encima
temas socioecológicos colectivos ecosistemas y sus externalidades se de los derechos de los demás. En
tienen 10, 15 hectáreas, hay algunos pueden compartir entre el pescador, ese sentido aprendimos a crear una
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