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Grupo de investigación Oralidades, Narrativas Audiovisuales y Cultura Popular en el Caribe Colombiano
Grupo de investigación Oralidades, Narrativas Audiovisuales y Cultura Popular en el Caribe Colombiano
Nosotros aprendimos a ver eso, lo cionalidad del Estado también se
que hay detrás del paramilitarismo, fortalezcan y permita que las reglas De allí que
y empezamos a generar, con nues- de juego que nos deben permitir a
tra propia propuesta de desarrollo, todos poder jugar un partido en el nos duela
la capacidad de interactuar con los territorio se cumplan para todos. En
demás actores del territorio. Noso- ese sentido gastamos nuestras ener- sobremanera
tros no generamos ningún tipo de gías y gastamos el día a día, por así
diálogo con los paramilitares, pero decirlo, al interior de Asprocig, y
los diálogos que sí hacemos es con eso implica un ejercicio de consoli- la situación que
los ganaderos, grandes agricultores, dación como proceso social, de ins-
URRA S. A. y políticos, a pesar de titucionalidad comunitaria de base. está viviendo por
ser nuestros contradictores. No-
sotros los reconocemos a partir de causa de poner a
sus propuestas, de sus acciones en FS: Nosotros nos conocimos
el territorio, malas o buenas. En ese en el Centro de Memoria, hoy un director que
sentido, acudimos a la ley como el creo que el Centro de Memoria
conjunto de las reglas que definen o ha dado un viraje bastante
regulan las acciones en el territorio fuerte y preocupante. ¿Cómo en el pasado y en
de los distintos actores. Con un Es- se ven ustedes ahora en ese
tado que se encarga de hacer cum- Centro de Memoria? público ha negado
plir esas reglas como un árbitro en
un juego colectivo. Hacemos uso de JL: Sí, realmente es muy alar-
todas las herramientas legales exis- mante. Lo vemos con mucha la existencia del
tentes que inciden ante el Estado preocupación. De hecho, unos
para que pueda regular los procesos acuerdos que teníamos con el conflicto armado
y pueda ayudar a cambiar las diná- Centro de Memoria para aportar
micas que nos afectan. algunos elementos desde nuestra en el país. Todos
perspectiva, los hemos cance-
Eso lo logramos, por ejemplo, en el lado justamente por temor, por
caso de las camaroneras. Hoy día desconfianza. No nos genera esperamos que
en el Bajo Sinú no hay una sola ca- confianza la forma como se ha
maronera, y no porque nosotros las venido enfocando el trabajo en el esta coyuntura
hayamos echado, sino porque las Centro Nacional de Memoria en
reglas de juego limpio que deben estos momentos, desde esta pers- se pueda superar
cumplirse las sacan de la ecuación. pectiva política que gobierna en
No pueden existir en un territorio el país. Entendemos la importan-
con una alta biodiversidad y un te- cia que tiene esta entidad pública lo más pronto
rritorio donde hay una distribución creada por la Ley 1448 de 2011,
de tierra del campesino más o me- en la construcción de una narrati- posible para bien
nos equitativa o con acceso a ella. va histórica del conflicto colom-
Entonces, el día a día no solo es biano, dándole protagonismo a de nuestro país.
replicar nuestra propia propuesta, las víctimas, quienes vivieron en
en hacerla más visible, más fuerte, carne propia los horrores de la
sino también lograr que la institu- guerra.
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