Page 109 - Drácula
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Drácula de Bram Stoker


                  siempre estaba con él. Los dos son muy tranquilos, y yo nunca vi
                  al hombre enojado, ni escuché que el perro ladrara. Durante el
                  servicio el perro no quiso acercarse a su dueño, que estaba
                  sobre el asiento con nosotras, sino que se mantuvo a unos cuan
                  tos metros de distancia y ladrando y aullando. Su dueño le habló
                  primero suavemente, luego en tono más áspero, y finalmente
                  muy enojado; pero el animal no quiso acercarse ni cesó de hacer
                  ruido. Estaba poseído como por una especie de rabia, con sus
                  ojos brillándole salvajemente, y todos los pelos erizados como la
                  cola de un gato cuando se está preparando para la pelea. Final
                  mente, también el hombre se enojó, y saltando del asiento le dio
                  puntapiés al perro, y luego, tomándolo por el pescuezo, lo arras
                  tró y lo tiró sobre la lápida en la cual está montado el asiento. En
                  el momento en que tocó la lápida la pobre criatura recobró su
                  actitud pacífica, pero comenzó a temblar desesperadamente. No
                  trató de irse, sino que se enroscó, temblando y agachándose, y
                  se encontraba en tal estado de terror que yo traté de calmarlo,
                  aunque sin efecto, Lucy también sintió compasión, pero no inten
                  tó tocar al perro sino que sólo lo miró con lástima. Temo mucho
                  que tenga una naturaleza demasiado sensible como para que
                  pueda andar por el mundo sin problemas. Estoy segura de que
                  esta misma noche soñará con todo lo que ha sucedido. Toda la
                  acumulación de hechos extraños (el barco piloteado hasta el
                  puerto por un hombre muerto; su actitud, atado al timón con un
                  crucifijo y rosarios; el emotivo funeral; el perro, unas veces furio
                  so y otras aterrorizado) le dará abundante material para sus
                  sueños.
                         Creo que para ella lo mejor sería retirarse a su cama,
                  cansada físicamente, por lo que la llevaré a dar una larga cami
                  nata por los acantilados de la bahía de Robin Hood, y luego de
                  regreso. No creo que después le queden muchas inclinaciones
                  para caminar dormida.



















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