Page 28 - 2011_9.1
P. 28

Para entrar en contacto con la población de estudio, inicialmente se recurrió a la organización “Ecuador Adolescente”  la cual fungió como apoyo para tener
                                                                                        iii
          un acercamiento a los adolescentes. Su papel consistió en invitarme como observador a los talleres sabatinos de formación de líderes que se impartieron en
          el Centro Juvenil de la Villaflora, del 24 de febrero al 28 de abril del 2007, en un horario de 14:00 a 18:00 hrs.

          A partir de la confianza que algunos adolescentes empezaron a tenerme, sobre todo, de parte de quien era considerado su líder –casi mes y medio después de mi
          incursión–, es como les planteé mi objetivo y pude agendar entrevistas (a partir del 1° de mayo). A partir de ese mes, es como formalmente se dio el trabajo de
          campo pero, a la par, comenzaron a surgir problemas, ya que algunos no llegaban a las citas, tal vez por desconfianza de última hora o porque se les olvidaba.

          Para cubrir en esta primera etapa, los temas de masculinidad y sexualidad –sin dejar de lado el análisis de la aceptación o rechazo del uso de los preservativos-,
                                                                               iv
          se realizaron 18 entrevistas durante los meses de mayo y junio. A petición mía, dos de los entrevistados  asistentes a dichos talleres –estudiantes de colegios
          mixtos, católicos–, fueron intermediarios entre sus compañeros de colegio y las autoridades de su institución educativa –respectivamente–, para proseguir con
          las entrevistas en sus escuelas de adscripción. Gracias a su cooperación se continuó con esta parte del trabajo de campo, hasta llegar a las entrevistas restantes.


          La forma en como se desarrollaron las seis entrevistas con los integrantes del Centro Juvenil, fue de manera individual en la oficina del mismo centro, quienes
          al estar acostumbrados a tratar con diferentes tipos de profesionistas (médicos, psicólogos, por ejemplo), no tuvieron problema de abrirse conmigo. En
          cuanto a los ocho estudiantes del Colegio “Señora del Cisne”, se contó con la comodidad de una sala de orientación vocacional, en la cual, al tener clara mi
          posición como “oyente” de sus testimonios (por así decirlo), es decir, que no era instructor ni los iba a calificar, y por la informalidad con la cual iba vestido,
          aparentemente no representé una figura de autoridad (como sus profesores/as, o algo parecido), y no fue difícil que entraran en confianza. Con los cuatro
          estudiantes del Colegio “Don Bosco” las entrevistas se desarrollaron a la hora de la salida (después de las 13:30 horas), en el escalón de una capilla localizada
          a un lado de la entrada principal de la escuela –debido a que el contacto fue directamente con los estudiantes–, escenario que les permitió explayarse
          aparentemente con más naturalidad, tal vez por la informalidad que les representaba el lugar, por el interés que les despertó el tema y porque iba “recomendado”
          por un compañero suyo, asistente a los talleres de la Villaflora.


          En todos ellos se observó que las reacciones en un inicio eran de cierto nerviosismo por la temática expuesta, a pesar que se les aclaró el interés giraba
          alrededor de sus percepciones y motivaciones, y no sobre sus prácticas personales. También se les planteó que tenían la libertad de elegir entre responder o
          no a las preguntas. Se les pidió permiso para grabarlos y citarlos en caso necesario, así como la posibilidad de usar un pseudónimo para respetar el código de
          confidencialidad. Teniendo claras estas condiciones y conforme se avanzaba en cada una de las entrevistas, se logró un clima de confianza, ya que incluso se
                        v
          ofrecían “acolitarme”  para contactarme con más compañeros suyos.

          iii  El Proyecto Ecuador Adolescente tenía como fin promocionar los derechos sexuales y reproductivos de los/as adolescentes de dicho país, en coordinación con la Agencia de Cooperación Técnica Belga,
            el Consejo Nacional de las Mujeres (CONAMU), el Instituto Nacional de la Niñez y la Familia (INNFA), y el Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia (CNNA).
          iv  Un estudiante por institución-, uno proveniente del Colegio “Don Bosco” -quien habló con sus compañeros-; el otro del Colegio “Señora del Cisne”, que acudió directamente a las autoridades de su
            institución para que se me autorizara el acceso a los estudiantes.
          v  Término ecuatoriano que en español mexicano significa “apadrinarme” o “ayudarme”.                             Foto: Ciudad de Quito, Ecuador. David F. Ramírez Sánchez


































                                 2011
    Género y Salud               enero - Abril
          en Cifras              Volumen  9  26
                                   Núm. 1
   23   24   25   26   27   28   29   30   31   32   33