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El libro rescata las voces de las víctimas, de sus victimarios y de los consumidores. Analiza las redes de trata de mujeres y
niñas, y su relación con la prostitución, y describe los mecanismos por los que los tratantes se apropian de ellas, cómo se
lava el dinero y la complicidad de los gobiernos. Explora la mentalidad masculina respecto a las mujeres y la sexualidad.
A través del análisis de entrevistas y experiencias concretas en ocho países: Turquía, Israel, Palestina, Japón, Camboya,
Myanmar (Birmania), Argentina y México, Lydia Cacho descubrió algunas claves para entender el desarrollo y expansión
de este fenómeno delictivo. De manera indirecta, relaciona sus hallazgos con lo que ocurre en Tailandia y las mafias
china y rusa. En la parte final del libro, la autora se refiere a las redes, organizaciones, estrategias y personas en el mundo
que se dedican a combatir el fenómeno de la trata, así como a formular propuestas para su combate en el futuro.
La trata de mujeres y niñas
y sus fronteras con la prostitución y pornografía
La autora describe los diferentes mecanismos en que las redes de trata y prostitución se apropian de niñas, ado-
lescentes y aun mujeres adultas. Desde el secuestro, la venta de niñas por las propias familias, las promociones
engañosas de trabajo en la capital de éste y otros países, el papel de las guerras y los ejércitos, así como las tram-
pas de los proxenetas. En las últimas décadas se ha fortalecido un modo en el que miles de europeos se casan con
adolescentes y mujeres de países del tercer mundo, y las tienen en una situación de esclavitud doméstica y sexual,
permitida por las leyes. Los grupos de pedófilos que emigran a estos países, debido a que las leyes son menos
severas que en sus países de origen, también van en aumento.
A través de sus viajes e investigaciones, Lydia se percata de que las fronteras entre la trata y la prostitución se diluyen
en los mecanismos de su ejercicio: la mayoría de las niñas y mujeres víctimas de la trata termina en las redes de pros-
titución y pornografía, siendo común que niñas y prostitutas adultas convivan en los mismos espacios. El producto
final es el mismo, la pérdida de sí mismas, transformándose en un producto comercial para el goce de los hombres.
Reseña de libro
En el libro se dice cómo la trata de mujeres y niñas es permitida e impulsada gracias a una cultura patriarcal en la LYDIA CACHO:
que la mujer se cosifica y se transforma en objeto sexual de consumo. Este elemento es reforzado por diversas
religiones. Se expropia a las mujeres la capacidad de tomar decisiones y se viola flagrantemente su derecho a la
libertad. Las mujeres y niñas víctimas de la trata reciben un entrenamiento en el que se les condiciona y se les “ESCLAVAS DEL PODER
naturaliza su situación, como si eso fuera lo común. Las hipersexualizan en su relación con los hombres y en ge- UN VIAJE AL CORAZÓN DE LA TRATA SEXUAL
neral. También es común que las vuelvan adictas. DE MUJERES Y NIÑAS EN EL MUNDO”
La trata sexual fomenta, recrea y fortalece una cultura de normalización de la esclavitud
y prostitución.
En una cultura regida por los valores misóginos y patriarcales, el cuerpo femenino es visto como un objeto que
puede ser comprado, vendido, utilizado y desechado o sustituido. Las mujeres son educadas para someterse a ciertas
reglas y los hombres son instruidos para reproducirlas sin cuestionarlas. Es la misma cultura patriarcal la que está
detrás de la trata de mujeres, pornografía, prostitución, violencia sexual y los feminicidios. La trata de personas au-
menta por la creciente demanda de seres humanos, producida por el deterioro de las relaciones interpersonales.
A veces la misma familia propicia la prostitución de manera directa o indirecta, cuando las chicas buscan un escape
de la violencia doméstica. Las aliadas de los tratantes y proxenetas son la pobreza y la cultura de la normalización
de la prostitución, de la violencia sexual contra mujeres y niñas. El poder de los tratantes se sostiene al eliminar
toda posibilidad de que las víctimas potenciales tengan opciones de vida dignas y libres.
En muchas ocasiones se da una participación activa y creciente de mujeres en las redes
de tratantes como reclutadoras y entrenadoras: mujeres que anteriormente fueron
víctimas, reproduciendo el modelo “víctima – victimaria”.
Se dice que esa violencia ha sido normalizada a través de la historia, comprendiéndola como resultado de algo esta-
blecido por la naturaleza –o por Dios-. Una mayoría de hombres quiere tener sexo con las mujeres disponibles y, en
muchas ocasiones, por vías de dominación y poder, pero que no lo hagan así con su madre, hermanas e hijas, lo que
implica una contradicción de valores. Las culpas recaen en las mujeres, como pecadoras y las que reciben los castigos,
a veces brutales, de la sociedad.
GÉNERO Y SALUD en cifras
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