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GÉNERO Y SALUD EN CIFRAS

Si bien, la paternidad es una la responsabilidad seguirá en las
manera de estar en el mundo, mujeres.
muchas veces resulta complejo
poder cumplir con el deber ser en Un aspecto pendiente es la
términos de la responsabilidad y la conciliación trabajo y familia, en
presencia, intentando una y otra vez el caso de los hombres que son
construirse y posicionarse como un padres, aún se encuentran muchas
hombre y padre diferente, lo cual es desigualdades para equiparar la
complicado por los requerimientos ley en cuanto a la paternidad. Sin
laborales y familiares socialmente embargo, ciertos cambios culturales
asignados a los hombres, lo cual se hacen presentes en la práctica
los orilla a negociar continuamente de algunos hombres en su papel de
para lograr la corresponsabilidad, padres, modifican el rol y modelo
reconociendo los derechos de cada tradicional a través de sus formas
persona. de participación en la relación con
sus hijos/as y sus parejas, aunque
Es necesario explorar con detalle con dificultades porque no cuentan
procesos que ocurren al interior de con derechos laborales sobre los
la familia, así como en sus vínculos tiempos para interactuar y atender a
con las instituciones laborales, que su familia. La lucha que enfrentan los
quizá en el pasado se podían dar hombres y padres en su intento por
por sentados o asumir de manera ser diferentes se vive de manera más
no problemática, pero como se o menos conflictiva, tanto dentro de
ha mostrado, generan tensión en las relaciones que establecen con la
la medida que no se considera la pareja como con los hijos e hijas. Es
posibilidad de participación en el necesario fomentar iniciativas que
ámbito familiar. promuevan la corresponsabilidad en
la crianza de las hijas e hijos, siendo
Se vuelve indispensable dirigir la parte de la lucha por la igualdad.
mirada de las políticas públicas a la
atención de la seguridad social para
lograr un estado de bienestar. Para
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ejemplificar, se puede señalar el
aumento de las jornadas laborales,
el riesgo de despido, tener que
competir no sólo con el tiempo
disponible para la vida familiar sino
con las condiciones de salud en
los hombres. Se ha dejado en los
individuos la búsqueda, detección y
solución a costa de sus condiciones
de salud física y emocional.

En la medida que los hombres en
su ejercicio como padres no sean
vistos más allá de la proveeduría,
y que en sus ámbitos laborales no
tengan prestaciones relacionadas
con el cuidado de la familia, seguirá
siendo difícil lograr que los hombres
se involucren con sus hijas/os y

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