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Introducción Este trabajo muestra algunas dificultades para
poder adoptar un vocablo que defina de ma-
nera respetuosa y genuina la condición humana
Tratar de explicar las condiciones sociales de la transge- de las personas transgenéricas, debido a que
neridad de manera incluyente, es una forma de dar el lenguaje empleado por las ciencias se en-
pluralidad a las sociedades y de cuestionar las formas de cuentra constituido desde una dicotomía del
categorización de lo que es ser varón o mujer y de cómo género.
deben ser para integrarse a un grupo, para tener la posi-
bilidad de una identidad, y de acceder a ser sujetos sociales.
Abordo esta tarea desde el psicoanálisis, con una perspec-
tiva de género y apoyada en la práctica como médica y
En materia de transgeneridad no hay muchos escritos e
investigaciones, al menos no han sido plenamente difun- sexóloga clínica, argumento que el género es una construc-
didos y la transgeneridad se sigue investigando, por esto ción cultural y que el modelo predominante reduce a dos
considero pertinente abordarla porque el conocimiento da posibilidades de ser, menoscaba la complejidad humana y
la posibilidad a todo sujeto de tener otros ángulos para niega la posibilidad de lo diverso; también explico cómo
mirarse a sí mismo, para explicar los sucesos y para cuestio- la situación transgenérica es una condición del ser humano.
narlos desde diferentes lugares y no solamente desde la El propio término género confirma que el mundo se entiende
dicotomía varón/mujer heterosexuales. Este conocimiento desde dos polaridades cuya organización está dada por el
le puede permitir ser más empático con el otro que no es modelo falocéntrico, el cual define a los seres humanos
igual a él. desde un cuerpo sexuado, a partir del cual se establecen
los parámetros de “cómo ser”.
Limitaciones del lenguaje para nombrar la transgeneridad
y al sujeto transgenérico ii
Iniciaré comentando la dificultad encontrada para poder hablar con equidad y romper las barreras
que nos da el lenguaje del poder dominador y que, desde este lugar, resulta en desigualdad y en
exclusión.
Con el lenguaje se naturaliza y homogeneiza a los indi- mi posición, consistente en que la transgeneridad se en-
viduos sin tomar en cuenta su diversidad y complejidad. cuentra inscrita en cada individuo como una posibilidad
Cuando se trata de hablar de género, se nos presenta cruda- poco explotada e invisibilizada por una dualidad genérica
mente el poder naturalizado en el significante masculino excluyente, de lo masculino frente a lo femenino. Frecuen-
y la subordinación en el significante femenino. temente, los individuos ven como natural una heteronorma-
tividad establecida que les impide darse cuenta de que las
Pareciera haber una única correlación género femenino identidades sexogenéricas son producto de una evolución
– género masculino, lo cual sabemos que no es así; pero cultural constante y no dadas por la naturaleza; ser mujer
ello da cuenta socialmente de que todo aquello que no o varón no se encuentra determinado por los cromosomas,
forme parte de este binomio no tiene lugar y es excluido. sino que somos producto tanto de la biología como de
Tal es el caso de los términos lingüísticos transgenérico/a, la cultura.
transexual o disforia de género. Es en el uso de la lengua
iii
donde encuentro un primer dique que impide la igualdad
de condiciones. Quisiera aclarar que estoy tratando de
mostrar, primeramente, ciertas dificultades para explicar
ii Para efectos de este trabajo, entiendo que la transgeneridad es una identidad vinculada al género masculino o femenino, independientemente del cuerpo anatómico en el que se encuentre el sujeto
transgenérico.
iii En el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV-TR) se maneja un gran apartado sobre toda la problemática de los “trastornos de la identidad sexual”, caracterizado porque el
individuo se identifica, de modo intenso y persistente, con la otra identidad de género desde la infancia. El capítulo Disforia de Género aborda dichos trastornos desde una postura de cumplimiento de criterios.
Sin embargo, el término disforia de género, al pretender agrupar todas estas identidades que no tienen claridad en cuanto a la identidad sexo-genérica, es falocéntrico, homofóbico y transfóbico.
2011
Género y Salud mayo - agosto
en Cifras Volumen 9 24
Núm. 2