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¿Nacen o se hacen? Es una interrogante aparentemente inofensiva, con un discurso latente, malinten-
cionado y de una discriminación absoluta… es una interrogante transfóbica, homofóbica, lesbofóbica,
que expresa fobia hacia la diversidad sexual.
“Si nació, ¿qué se le va a hacer?, salió enfermo”; pero “si se hizo”, entonces se puede arreglar. En cada sujeto heterosexual
o con una identidad de género acorde a su sexo de nacimiento, que expresa la pregunta, se encuentra una intención
consciente de violencia a través de la desvalorización del interrogado, y también se encuentra la idea subjetiva de que
se hizo a propósito, con mala intención. Ello, claro está, desde una ideología dominante que tiende a aislar y a
culpabilizar a los individuos por ser, por ejercer su derecho a ser, por ejercer su derecho a desarrollar una personalidad.
Mabel Burin considera que: género se justifica poco o nada con
lo genital, y da la posibilidad de
Los criterios individualistas hacer hipótesis acerca de cuándo
aíslan a los sujetos del con- ambos géneros formaban una to-
texto social y suponen que talidad y eran complementarios al
cada uno, por separado y inicio de la vida, porque ninguno
según su propia historia in- de los dos era devaluado por el
dividual, puede responder otro, desde la psique de la o el bebé.
acerca de la construcción
de su subjetividad. 9 Como madres y padres, profe-
soras/es y cuidadoras/es se nos
La existencia transgené- obliga a educar desde la hetero-
rica nos confronta con normatividad, dejando de lado
que el cuerpo sexuado como poco importantes o, incluso
no determina directa- olvidando, valores humanos como:
mente a una persona la tolerancia, la equidad, el respeto,
que sea mujer o varón. la empatía, entre otros; para dar
paso a la formación de sujetos rígi-
La existencia transgenérica conf- dos, sin contemplar las realidades
irma que el cuerpo es, ante todo, ni los sentires individuales, que
el depositario simbólico de la cul- impiden la belleza de la diversidad
tura, y nos da la posibilidad de humana. Con independencia de
reconstruir el género desde el lugar que existe un trasfondo biológico,
de la transgeneridad. Emilce D. éste se descarta con la educación,
Bleichmar anota que la idea freu- para aceptar únicamente dos pola-
diana de la bisexualidad siempre ridades culturales establecidas, la
descansó sobre la bipolaridad del dualidad genérica excluyente antes
deseo, no del género. La o el niño explicada.
freudiano perverso, polimorfo y
bisexual nunca fue concebido sobre Me es necesario retomar el plan-
el modelo del transexual. 3 teamiento inicial de que la posibi-
lidad transgenérica no tiene una
Esta postura ratifica, por un lado, palabra que la defina adecuada-
que la identidad de género es cons- mente, ya que el sujeto transge-
truida con anterioridad a la cons- nérico se vive y se siente desde
ciencia de la diferencia sexual de una identidad de género y sexual;
la o el niño; que los significantes se vive y se siente varón o mujer,
masculino – femenino no están no disfórico, ni transexual, ni trans-
en el orden de lo bisexual, sino génerico. Aunque ayuden a explicar
que son construcciones subjetivas las diversidades sexogenéricas,
originalmente vinculadas a la geni- estas connotaciones lingüísticas
talidad, pero que las rebasan. Cada son ante todo una expresión social,
que refleja una postura médico-
Foto: Yessica Sánchez Rangel - Acervo del CNEGSR, Secretaría de Salud.
La Identidad Transgenérica.
29 Una nueva posibilidad
de Inclusión Humana