Page 42 - Biografía de un par de espectros: Una novela fantasma
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POR aquellos tiempos yo vivía en el Hotel Flores que Aún Son Semillas.
Entraba todas las madrugadas a las cinco quince; leía el encabezado del
periódico que acababa de llegar no hacía mucho, y que aún descansaba sobre un
horrible tapete amarillo que decía WELCOME. No saludaba al recepcionista (no
me gusta importunar a la gente); caminaba por el largo pasillo del primer piso y
me metía sin mucho escándalo a mi eterna habitación de siempre, la doscientos
veinte.
Pero aquel día, seguramente motivado por el mal rato que me hizo pasar el
descarado bebé, se me ocurrió saludar a una pareja de ancianos que en ese
momento salía del cuarto contiguo. Fue una tonta venganza contra el género
humano. Qué le voy a hacer, en ocasiones me gana la tontería:
—Buenos días, señores —les dije cortésmente. Después entré a mi cuarto sin
molestarme en abrir la puerta. Detrás de mí quedó el escándalo.