Page 89 - Biografía de un par de espectros: Una novela fantasma

—Ése es el misterio de la vida —dijo otro—, nunca sabemos hacia dónde nos

conduce el siguiente paso.

Y así fue surgiendo la primera conversación de la historia.

Después de un rato la mayoría se aburrieron. Perdieron la paciencia y la
paciencia entonces se dispersó por todos lados. Los aburridos se dedicaron a
fabricar hongos gigantes para frenar las lluvias que vendrían. Sólo unos cuantos
se quedaron atados a la conversación y al cabo de un rato se pusieron a buscar

soluciones para problemas que aún no existían.

Ese día nacieron los paraguas y también la filosofía. Así está escrito y verdad es.

Pasó un rato y ni con la lectura del Tremendario llegaron las musas. Lo que sí
llegó hasta mi cuarto del Hotel Flores un Poco Más Grandes fue un trozo de esa
paciencia que se dispersó en mi tierra hace miles de años. Y esa paciencia me
hizo descubrir que si yo quería transmitir los secretos de la fantasmagoría
primero debía convertirme en un fantasma verdadero, un señor fantasma, un
maestro en el noble arte del espíritu en perpetua fuga, un espectro de primera

línea.

Descubrí que hasta ahora había sido apenas el espectro de un verdadero espectro.
Necesitaba crecer, madurar. ¿Y cómo lo lograría? Pues buscándome a mí mismo

en el fondo de una botella de refresco de cola, que, según dicen los que saben
mucho de eso, es la mejor manera de descubrir la esencia del propio ser. Es un
retiro que dura ocho años, ochenta días y doce segundos, del que vuelves
desparramando litros de madurez (no de refresco, ése te lo acabas desde el
primer día).

Ya lo anuncia el conocido dicho fantasmal: “Enciérrate tres mil días y bailarás el
cancán en la superficie de un limón”.

Antes se hacía este ejercicio introduciéndose en una lámpara; recuerda, querido
Arroyuelo, a Aladino. Sin embargo, aquellos rudos artefactos tenían el
inconveniente de que en sus entrañas sólo había residuos de aceite quemado, y
además no se podía ver hacia el exterior. Por eso a últimas fechas se ha puesto de
moda utilizar la dulce y transparente botella de refresco.