Page 22 - ¿Quién fue mi abuela Emilia?
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Mi tatarabuelo peleó y otra vez lo reconocieron. Por ejemplo, Vicente Riva

               Palacio, uno de los más connotados caudillos de la resistencia nacional y
               gobernador de Michoacán en ese momento, lo galardonó en 1865. Juárez
               honraría el coraje del capitán Barrón en otras ocasiones, sobre todo tras la
               restauración de la República, que ocurrió cuando finalmente se echó a los
               franceses del país y Juárez volvió a la ciudad de México para gobernar. Todos
               los diplomas y reconocimientos que le dieron pasarían, muchos años después, a
               manos de mi abuela. Ella los guardaba con mucho celo porque, según me decía
               cuando me los mostraba, eran documentos que habían pasado por las manos del
               más grande de los presidentes que ha tenido este país en toda su historia. Yo en
               ese entonces simplemente la oía sin saber muy bien lo que eso significaba. Hoy
               sé que tenía razón.


               Unos años después, en 1879, el capitán Barrón moría en Tepic de “calenturas
               perniciosas”, según dice su acta de defunción:






               En Tepic, a las cuatro de la tarde del día seis de octubre de mil ochocientos
               setenta y nueve, ante el Juez que suscribe compareció el Ciudadano Capitán José
               Amezcua, de esta vecindad, mayor de edad y manifestó: que hoy a las once de la
               mañana falleció de Calenturas perniciosas, en la calle de México, el Comandante
               de Batallón José A. Barrón, hijo de Antonio y de Juana Jaramillo; originario de
               Matamoros, de cincuenta años de edad y casado, ignorándose el nombre de su
               esposa.






               El acta la firma un juez del Registro Civil —este registro había sido creado por
               Juárez hacía poco tiempo, pues las defunciones se consignaban únicamente en
               las iglesias—. Ahora, no sé por qué si sus padres se apellidaban Jaramillo, él se
               apellidaba Barrón… O será que solo su madre era Jaramillo, y el apellido de su
               padre resultaba obvio.


               Por lo visto, nadie sabía en ese juzgado quién era la esposa del capitán. Sin
               embargo, seguramente mandaron el acta a sus superiores en la ciudad de México
               y ellos se la hicieron llegar a su esposa, Emilia.


               El capitán Barrón se había casado con Emilia Rico Muñoz, hija de José María
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