Page 20 - ¿Quién fue mi abuela Emilia?
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SI ES CIERTO que la familia explica en buena medida a las personas, entonces
debería empezar por los orígenes de mi familia… por lo menos hasta donde yo
tengo noticia. Así es que para hablar sobre mi abuela quiero empezar contando la
vida del abuelo de mi abuela, es decir, de mi tatarabuelo. Cuando he buscado en
las memorias de mi familia, él es uno de los antepasados más lejanos a los que
he llegado. Mi tatarabuelo era un comandante de batalla del ejército liberal en la
Guerra de Reforma, el capitán de caballería José Agustín Barrón, que nació en
1829. Él peleó en esa guerra y fue reconocido por el presidente liberal Ignacio
Comonfort por haber ayudado a derrotar a los conservadores. La Guerra de
Reforma fue uno de los muchos conflictos armados que hubo en México durante
el siglo XIX. Esta guerra duró de 1857 a 1861 y en ella se enfrentaron los
liberales contra los conservadores. Los liberales defendían las reformas que se
habían hecho a la legislación del país para separar a la Iglesia del Estado; ellos
creían que la Iglesia católica tenía demasiado poder y que había que acotarlo.
Pensaban, además, que el Estado tenía que ser laico, es decir, que no estuviera
vinculado con determinada religión y que respetara la diversidad de creencias
religiosas de la población, así como sus derechos individuales. La Iglesia vio
amenazados sus intereses y apoyó a los conservadores, pero al final triunfaron
los liberales, que se agruparon tras la figura de Benito Juárez, el principal
impulsor de las reformas. Curiosamente, mi tatarabuelo, a pesar de ser liberal,
lideraba su batallón con un estandarte de la Virgen María.
El capitán Barrón peleó en muchas batallas contra las fuerzas de la reacción, es
decir, los conservadores. En julio de 1861, según dice un certificado que le
extendió un general de brigada del ejército liberal, “fue hecho prisionero por las
fuerzas reaccionarias al mando de Luis León, en el pueblo de Tezontepec
[Hidalgo], a donde lo iban a fusilar por defender la causa de la libertad[…] y
perdió sus documentos: llevándolo preso a la cárcel de Pachuca, en donde
permaneció hasta que tomé dicha plaza y fue puesto en libertad”. Luego siguió
peleando y fue reconocido con distintos diplomas. Ese mismo mes —supongo
que luego de ser liberado—, su patriotismo fue motivo de un reconocimiento que
le dieron tanto el presidente Juárez como el ministro de Guerra, el general
Ignacio Zaragoza, que moriría poco tiempo después, tras haber derrotado a los
franceses en la Batalla de Puebla.