Page 79 - Diario de guerra del coronel Mejía

Martes 30 de junio de 1942

El cabo Ipana dice que si subo al árbol de la muerte todos en la escuela me
dejarán de molestar. Puede ser, pero creo que un militar siempre debe cumplir la
ley. Y aquí en el colegio la ley es no subirse al árbol, ni siquiera a la parte de
abajo. Claro que muchos lo hacen, y yo también antes lo hacía. Pero como está
penado por la ley lo dejé de hacer.

Durante el recreo me escondí de Sofi Fuentes porque me cachó a media clase
mirándola. Y entonces me aventó un papelito que decía: “¿Qué tanto me ves?”.
Y no supe cómo decirle que nada más estaba cuidándola porque tengo la
impresión de que Estrada y Moreno son espías que quieren secuestrarla para
entregarla a las potencias del Eje. Y como ayer no vino a la escuela pensé que

era cierto lo que pensaba y ya la habían secuestrado. Pero me dio gusto ver
cuando entró al salón en la mañana, y me le quedé viendo mucho rato para
asegurarme de que estaba bien y a salvo. Luego salimos al recreo y dos de sexto
me empezaron a molestar con lo de “Dumbo”. Estrada me llamó cobarde y
mariquita otra vez por no querer subir al árbol de la muerte. Me da más
vergüenza cuando me molestan y Sofi Fuentes se da cuenta. Pero ahora me
escondí en el baño un rato a escribir en mi diario. Al salir, el cabo me dijo que
subiera al árbol de la muerte para callarles la boca a todos, pero la ley es la ley.