Page 56 - Escalera al cielo
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para ganar su mitad del dinero, su mitad del botín?
Una tarde de trabajo, una tarde cualquiera de poner
cara de ¡oh, qué maravilla!, la clásica pregunta:
¿dónde quedó la bolita?, sufrió una transformación:
¿dónde quedó.?, ¿¡dónde quedó mi cartera!?,
¡policía, mi cartera, mi cartera! Tapas, bolita y cajones
volaron por los aires; y no pares de correr, porque
si nos agarran, no nos sueltan; porque
si nos agarran, nos clavan; porque
si nos agarran, no lo cuentas, niña rara, niña lista.
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No dejabas de correr y correr, querías ir lejos,
y sí, llegaste demasiado lejos. En tu ciega huida
brincaste la barda de un jardín donde un hervidero
de felicidad transcurría sobre el pasto:
niños que se perseguían incansables, unos a otros.
Y tú, corre que corre, ya eras parte de su juego,
entre hermanos, primos y arrejuntados