Page 63 - Escalera al cielo
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echar a andar un pequeño cosmos: pelotas


                                      de colores en una órbita vertical, planetas


                                   de colores suspendidos frente a los asombrados


                                    parabrisas. Desde la primera vez que trepaste


                                    por su ancha espalda y subiste a sus hombros


                               a medio acto, se convirtieron en un dinámico binomio.





                                   Bastaban sesenta segundos para ganarse la vida


                                         o para irla perdiendo, según se viera


                                  o no se viera nada atrás del empañado parabrisas


                                       en un día de lluvia. Porque con tormenta


                                     o bajo el sol quemante el espectáculo debía


                              continuar y continuar. Con la artista callejera aprendiste:


                                    la vida es aquello que sucede durante un alto.


                                  Después se pone el verde y los coches se alejan;

                                       tiempo suspendido, intervalo vacío. Solo


                              vivo durante los altos, dijo ella, la luz roja es mi sentido


                               y los malabares son mi gran acto. Para ti, ella fue una


                                   estrella, desconocida estrella fugaz, que existió


                             en las intermitencias y perteneció a la hermandad secreta


                               de los semáforos. Durante los siga ella perdía el fuego
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