Page 83 - Escalera al cielo
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DE CÓMO DESCUBRIMOS QUE LA TRISTEZA


                                        ES UN SENTIMIENTO RELATIVO.






                                  Llegamos a casa vacíos de palabras. Tu ausencia


                                     pesaba ya el doble, atizada por mi tonta idea

                             de divertirnos un poco, de asistir a ese espejismo del cielo


                                 asentado en lo que solo era una reseca tierra baldía.






                                      No hay nada en mí sino una larga herida,


                                       una oquedad que ya nadie recorre, dijo


                                       una vez el poeta y yo lo repetí esa noche,


                                      para mis adentros, mis sombríos adentros.






                                     Sin hambre nos sentamos a la mesa mirando

                                       tu lugar vacío. Sin sueño nos acostamos,


                                      mirando cada quien hacia el lado contrario


                                  de la enorme cama. Otra larga noche indormible


                                   nos aguardaba. Pero he aquí que cuando la hora


                                 más negra y silenciosa llegó, un toquido insistente,


                                  un toquido en el cristal de la ventana me distrajo
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