Page 256 - La vida secreta de Rebecca Paradise

alturas del curso esperaba más de ti. Estoy pensándome si debo ponerte un

negativo.

En aquel momento se levantó una oleada sorda desde los pupitres. Las sillas
chirriaron suavemente, las mesas avanzaron unos milímetros. Nadie llegó a

levantarse ni a alzar la voz. Pero algo vería Leanne en los ojos de los alumnos
como para añadir inmediatamente y un poco nerviosa:

–Bueno, digamos que esta vez te libras del negativo. Vuelve a tu sitio y repasa.

Aquello, lo admito, fue para morirse de risa.

Resulta difícil saber cómo vivió la propia Sofía todo aquel torbellino, pues era
casi imposible distinguirla entre sus montañas de admiradores. Pero, por lo poco
que pude ver, aquel día sus pendientes no brillaron tanto como yo esperaba.
Parecía algo agobiada.

¿Y cómo lo viví yo? Eso es aún más difícil de explicar.

Claro que me sentía triste, pero, por otro lado, también oía una vocecilla que me
repetía que todo aquello no habría sido posible sin mí. La vocecilla, sin embargo,
se oía tan débil entre tanto jaleo, que en el recreo decidí alejarme y sentarme en
mi rincón del patio.

Álex ya me estaba esperando.

–Bueno –suspiró–, entonces se acabó el glob, ¿verdad?

–Verdad –contesté, aunque sabía que Álex no iba a dejarse desanimar por eso.

–¡Empecemos algo nuevo! –saltó, sonriéndose a sí mismo–. ¿Y si te inscribimos
en una red social? ¿O vendemos lombrices por internet?