Page 101 - LIBRO VIRTUAL (ROJAS LÓPEZ SANGIORIE GABRIELA)
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Tipos
Existen dos tipos de rinitis:
Rinitis alérgica estacional
También conocida como fiebre del heno. Este tipo se manifiesta durante
periodos específicos del año cuando los alérgenos, principalmente el polen,
están en el ambiente. Los meses en los que el riesgo es mayor son mayo y junio.
"Puede aparecer a cualquier edad, aunque lo más frecuente es que se produzca
en pacientes con síntomas claros a partir de los 3 años", recuerda Rodríguez
Jiménez.
Rinitis perenne
Está provocada por los ácaros del polvo, las esporas del moho, la caspa de los
animales y productos de uso laboral, entre otros. Éstos están en el ambiente
durante todo el año, por lo que no hay mucha variación en su concentración.
Según la duración de la patología, la rinitis también se puede clasificar en rinitis
alérgica intermitente o persistente. En el caso de la primera, los síntomas
aparecen durante cuatro o menos días a la semana o durante cuatro o menos
semanas de forma consecutiva. En cambio, en la persistente los síntomas
permanecen durante más de cuatro días o más de cuatro semanas
consecutivas.
Diagnóstico
“El diagnóstico de la rinitis alérgica se basa en la concordancia entre una historia
habitual de síntomas alérgicos y las pruebas diagnósticas”, especifican los
alergólogos Antonio Valero y Jaime Sánchez. “El hallazgo de pruebas positivas
sin una clínica asociada no tiene ninguna utilidad, ya que muchas personas sin
síntomas pueden presentar algún resultado positivo”.
Para conseguir el diagnóstico los especialistas pueden realizar diferentes
pruebas de laboratorio, como test cutáneos de alergias, donde se aplica el
alérgeno sospechoso en la nariz o en el ojo. De esta forma el médico puede
reproducir los síntomas. Esta prueba se suele realizar en los casos en los que
hay varias causas implicadas y para determinar si es una rinitis de origen laboral.
Otras pruebas que se pueden realizar son la radioalergoadsorción (RAST),
determinación de la IgE sérica total o el recuento de eosinófilos de la sangre.
Tratamientos