Page 103 - LIBRO VIRTUAL (ROJAS LÓPEZ SANGIORIE GABRIELA)
P. 103
No obstante, si la sustancia que genera la alergia es el polen, por ejemplo, es
difícil que deje de afectar al paciente.
Factores de riesgo
La rinitis alérgica se produce por la interacción entre los genes y el entorno. Los
principales factores de riesgo de la enfermedad son:
Los hijos de padres alérgicos tienen más riesgo de desarrollar la patología.
La exposición a los factores ambientales. Los especialistas señalan que
existe una teoría, denominada hipótesis de la higiene, que defiende que las
infecciones y el contacto antihigiénico podrían ofrecer protección frente a la
alergia, mientras que un entorno estéril fomentaría su aparición.
Está demostrado que la contaminación afecta al desarrollo de la rinitis.
Ésta es más frecuente en personas que viven en regiones con mucho tráfico
de vehículos.
Diferencias frente a un catarro común
Los especialistas indican que es importante diferenciar la rinitis alérgica de un
resfriado. De esta forma se podrán evitar complicaciones, como el asma.
“La rinitis alérgica es una inflamación de la mucosa debida a una causa alérgica,
mientras que el resfriado común es un proceso infeccioso de la mucosa nasal y
de la faringe, casi siempre de origen vírico”, explican los alergólogos Antonio
Valero y Jaime Sánchez.
Estas dos patologías suelen presentar síntomas comunes, lo que dificulta
diferenciarlos. El catarro puede ir acompañado de fiebre y los síntomas duran
alrededor de una semana. Además, éstos son continuos durante todo el día. Sin
embargo, la rinitis alérgica no suele ir acompañada de fiebre, sus síntomas
fluctúan durante el día y dura más tiempo.
Rinitis durante el embarazo
Los síntomas de la rinitis pueden empeorar durante la gestación del feto y en
muchas ocasiones pueden incluso provocar obstrucción nasal.
Respecto al tratamiento adecuado, los expertos advierten que los
antihistamínicos llegan al feto por lo que sólo deberían administrarse sólo en
caso de máxima necesidad. Los corticoides tópicos y las cromonas, en dosis
habituales, no están contraindicadas en el embarazo. Sin embargo, los
anticolinérgicos están desaconsejados en el primer trimestre de gestación.