Page 102 - LIBRO VIRTUAL (ROJAS LÓPEZ SANGIORIE GABRIELA)
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Si el origen de la rinitis se asocia a un alérgeno concreto, como por ejemplo los
                   ácaros del polvo doméstico, el tratamiento de la rinitis sería evitar que el
                   alérgeno entre en contacto con el paciente.


                   En el caso de los ácaros, por ejemplo, unas buenas medidas preventivas
                   ayudan a reducir su impacto, como poner fundas especiales en el colchón, lavar
                   semanalmente con agua a más de 60 grados centígrados la ropa de la cama y
                   quitar las moquetas y alfombras de la casa.

                   Sin embargo, no siempre es así de sencillo rehuir el foco de riesgo –entre otras
                   razones, porque la persona alérgica lo suele ser a varias sustancias a la vez, no
                   todas ellas fácilmente controlables-, por lo que en la mayoría de los casos y más
                   en aquellos en los que la causa de la rinitis es intrínseca o desconocida, la
                   acción terapéutica debe sustentarse en el empleo de medicamentos.


                   Los expertos señalan que el tratamiento farmacológico debe adaptarse a los
                   síntomas y a la gravedad de los mismos. En la actualidad, los más utilizados son
                   los fármacos tópicos y los orales.


                   En el caso de los tópicos, éstos son más eficaces para tratar de forma aislada el
                   órgano     afecto.   En    esta    categoría    se    incluyen    antihistamínicos,
                   descongestionantes y los más efectivos en rinitis alérgica, los corticoides
                   intranasales.

                   En cuanto al tratamiento oral, los más utilizados son los antihistamínicos orales y
                   los corticoides intranasales para controlar la congestión nasal.


                   “Siempre que sea posible es recomendable utilizar un antihistamínico de
                   segunda generación debido a razones de seguridad, ya que producen menos
                   efectos secundarios”, añaden.

                   A estos tratamientos Rodríguez Jiménez añade la inmunoterapia específica que
                   "en muchos casos es el único tratamiento que cambia el curso de la
                   enfermedad". En este caso "la duración del tratamiento es de 3 a 5 años".


                   El tratamiento en niños "será el mismo pero con las dosis adecuadas a la edad
                   del paciente". La inmunoterapia "generalmente se administra a partir de los 5
                   años".



                   Otros datos

                   Pronóstico


                   Casi todos los síntomas de la rinitis alérgica se pueden tratar. Los niños con
                   rinitis son los que mejor pronóstico tienen ya que en algunos casos pueden
                   superar la alergia a medida que el sistema inmunitario se refuerza frente al
                   alérgeno.
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