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BLOQUE COMÚN NIVEL 3 – Factores psicosociales del alto rendimiento
Tema 3 – Motivación y deporte de alto rendimiento
6. Motivación y deporte de alto rendimiento
A lo largo de este tema se han ido comentando diferentes aspectos relacionados con la motivación. Dichos aspectos sirven para cualquier tipo de actividad en la vida (no sólo las deportivas). Del mismo modo, centrándonos en el deporte, los aspectos tratados afectan tanto a la persona que va por primera vez como al deportista de élite (aunque sea de maneras diferentes).
En el deporte de élite el factor motivacional suele ser algo complejo. Mantener la motivación a lo largo de una temporada no siempre es fácil. Los deportes de élite cada vez están más profesionalizados. Eso implica que el número de horas que hay que destinar al entrenamiento sea cada vez mayor. En muchos deportes hay que realizar 10- 12 sesiones semanales de entrenamiento, lo cual deja muy poco tiempo para otro tipo de actividades.
Este alto nivel de exigencia puede provocar, con una cierta facilidad, situaciones temporales o definitivas de desmotivación. Habrá deportistas que les cueste mantener la motivación durante los meses de entrenamiento (ya que lo que les motiva es la competición). Para evitar eso, el ideal será buscar entrenamientos novedosos y variantes. Si hacemos siempre lo mismo y de la misma forma, es más fácil que caigamos en la rutina y en el aburrimiento. Sin embargo, si se van variando los ejercicios y las formas de hacerlos, la motivación se verá favorecida.
Para otras personas, los problemas motivacionales van a venir derivados de la presión de la competición y la exigencia de obtener un resultado determinado. Esa exigencia puede ser auto-impuesta o proveniente del exterior (familiares, equipo técnico, patrocinadores,...).
La falta de motivación suele venir acompañada de una disminución del rendimiento y un aumento de la ansiedad. En algunos casos, además, producirá el abandono deportivo (la persona cambia de profesión). En otros, este no llegará, pero si que hará que la persona se pueda replantear su futuro (como por ejemplo en la forma en la que practica ese deporte). Curiosamente, en la historia del deporte de élite ha habido algunos casos excepcionales de deportistas que, incluso odiando su deporte, obtuvieron muy buenos resultados en él. Así, hay casos como los de André Agassi y Serena Williams (ambos llegaron a ser no1 del mundo) que a pesar de odiar su deporte, fueron capaces de llegar a lo más alto.