Page 11 - Guerra civil
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La represión del movimiento catilinario, a fines de 63 y
principios de 62 no produjo ningún alivio en los problemas
económicos, sociales y constitucionales de la Roma del
siglo i a. C. Al contrario, los puso más en relieve y
certitud; y delimitó, definió netamente cuáles eran los inte
reses políticos que quedaban frente a frente: por una parte,
el régimen establecido pretendía perdurar a toda costa,
mediante una posición radicalmente conservadora del sis
tema republicano dirigido por esa "asamblea de reyes” que
fue el senado romano; por otra parte, se manifestaba, con
toda su evidencia, la necesidad de un cambio de gobierno
al poder personal, ya fuese su titular un princeps más o
menos reformista, ya un dictator abiertamente revolucio
nario. Y ello nos lleva a reproducir en parte, aquí, nues
tra opinión ya conocida al respecto: tres ideologías, tres
programas, tres partidos se destacan desde los últimos
años sesenta, y ellos serán explicados a medida que se
avance en el comentario y la interpretación del tiempo de
César y de sus libros sobre la guerra civil, a que está
consagrada esta introducción.
Tres fueron, repetimos, tales doctrinas y propósitos:
la libertas senatoria, el principatus equester y la dic
tatura populi, conforme a la terminología de las fuentes
de aquel tiempo; los tres con variantes que no resultan
sino sus meros matices.
La libertas senatoria fue la ideología conservadora de
la tendencia reaccionaria extremista intransigente, la teo
ría política oficial de la oligarquía esclavista-latifundista
parapetada en su fortaleza gubernamental vitalicia, o sea,
el senado republicano. Sus teóricos y propulsores, demos
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